Home Cultura Polémica restauración del Castillo de Matrera

Polémica restauración del Castillo de Matrera

0

«Habría sido mejor una intervención más discreta que hubiera tendido a mantener la seguridad y el aspecto original del castillo»

 

«Matrera se encuentra actualmente en un deplorable estado de abandono. Resulta claro que esta fortificación serrana debería ser revalorizada y recuperada», concluía el arqueólogo Alejandro Pérez Ordóñez en el estudio sobre «El Castillo de Matrera en Villamartín (Cádiz). Una fortaleza de frontera» que realizó en 2005, cuando trabajaba en la Universidad de Granada, España. Hoy no oculta su decepción por la polémica restauración llevada a cabo en la torre del homenaje, que comparte con arqueólogos e historiadores de la asociación Papeles de Historia: «Ha sido poco afortunada».

Este experto del Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad, un grupo de investigación de la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, ve «excesiva» la recuperación del volumen de la torre. «Si se reconstituye más volumen del que queda, es evidente que se va a ver mucho más lo nuevo que lo antiguo. Ya no se observa el monumento original», se lamenta.

En el estudio que hizo del castillo hace once años, aún existían las dos bóvedas en el interior de la torre que se desplomaron junto con uno de los muros por las fuertes lluvias caídas durante el invierno de 2013. Para el historiador, no cabe duda de que había que evitar que la fortaleza siguiera arruinándose, pero «se había perdido tanto, que quizá el arquitecto habría tenido que ser más cauto».

En la intervención resalta ahora el «muro flotante» que queda incrustado en el recrecimiento de la torre. «Si observamos el castillo en fotografías antiguas, se aprecia esa coronación sobre el almenado, que debió levantarse cuando la fortaleza aún estaba en uso, en época medieval», explica. Sin embargo, «la lectura nueva que se hace de la torre es confusa».

Pérez no descarta que en su origen la torre pudiera tener una tonalidad más clara, como defiende el arquitecto en los añadidos, pero no tiene datos para confirmar que fuera ése el aspecto original del castillo. Y aunque así fuera, a él le hubiera gustado que la obra hubiera resultado «más disimulada».

Para el historiador, en toda rehabilitación de un edificio antiguo se deben conservar los restos de forma que «se pueda seguir leyendo en el edificio las distintas huellas» que ha dejado el tiempo, algo que en su opinión, no será posible en la torre de Matrera porque «se han tapado fases».

«Habría sido mejor una intervención más discreta que hubiera tendido a mantener la seguridad y el aspecto original del castillo», concluyó.