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UN INFIERNO BONITO

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AL MAESTRO CON CARIÑO

El secretario de Educación Pública se amarró su calzón y despidió a miles de maestros en varios estados de la República, porque andaban haciendo la mosca chillar, con marchas y desmadres, y otros porque no presentaron la evaluación de conocimientos escolares aunque de los miles que los presentaron, algunos, en su mayoría, lo pasaron de panzazo.

 

Pero les vamos a contar lo que sucedió en cuanto a algunos que aprobaron, sin dar nombres ni lugares para no quemarlos. Hace tiempo, en colonia muy conocida de algún municipio de Hidalgo “Tierra de trabajo” donde no hay trabajo, existe una escuela X donde, como siempre, los maestros dicen que ponen alma, vida y corazón para que los guerrosos muchachos aprendan de ellos y salgan buenos estudiantes.

En la escuela que les platico el director era un señor muy maduro, de los que andan arrastrando la cobija y no se quieren jubilar. Le llamaba la atención a uno de sus maestros de su escuela porque siempre estaba en el patio quitándole el tiempo a sus compañeros porque era muy platicador.

Varias veces habló con él. Le dijo que con el nuevo secretario de Educación las cosas se habían puesto de la patada, que había que andar con pies de plomo, que se pusiera a trabajar. Pero no le hizo caso. Hasta que un día, fue al salón de sexto año y habló con un maestro joven, quien se las daba de muy inteligente.

  • Maestro, quiero decirle que por ahí he escuchado, y hay muchos rumores, de que el inspector de zona anda por el municipio y quiere hacernos una visita a la escuela para conocer a los maestros y saber los conocimientos de los alumnos de diferente grado. Como hemos tenido muchos puentes, le recomiendo que hay que estar a las vivas. No vaya a ser el diablo, y nos agarre descuidados.
  • No se preocupe, profesor. Nosotros pasamos la prueba y además, trabajamos en una escuela de calidad, y todos los alumnos están como charrasca de zapatero. Saben más que los que participan en el “El Rival Más Débil”.
  • Mire, profesor, yo…
  • Usted quédese tranquilo. En dado caso que el inspector venga a visitarnos, de inmediato me lo trae al grupo, y se va a ir encantado.

Pasaron los días. El director, preocupado, cada rato se asomaba a la calle, a ver si no venía el inspector escolar. A la hora de recreo se juntaban los profesores para echar cotorro, y la verdad no le tenía miedo al inspector, ya que todos sus alumnos estaban preparados. El maestro vio a director preocupado, y le fue a decir:

  • Mire, maestro, no tenga miedo, ni le tema al inspector de zona, porque sólo Judas temió. Deje todo por mi cuenta. Si llega a venir, usted lo recibe y me lo trae al salón.
  • Está muy bien, profesor. Así lo hare.

Pasaron las vacaciones. Se aventaron un puentecito en febrero, y esperaban otro en abril. Todo marchaba bien en la escuela. Sus pláticas entre profesores, eran de cómo se la habían pasado los fines de semana, a cuántas pachangas habían ido, y se olvidaron de la visita del inspector.

Pero el día menos pensado, les cayó como abonero en quincena. El director de la escuela lo recibió con todos los honores de siempre, sólo le faltó que le cantaran el Himno Nacional.

  • Señor profesor, para nosotros es un honor. Bienvenido a esta escuela. Aparte de saludarlo, le vamos ofrecer un desayuno. Dígame, a qué le debemos su visita.
  • Vengo a ver la evaluación de los alumnos. Usted bien sabe que el presidente de la Republica dice que México ocupa el primer lugar en enseñanza escolar, y sobre todo el secretario de Educación, ha ofrecido aumentar el sueldo, por el trabajo realizado, pero nos ha mandado a verificar el avance de sus conocimientos de los alumnos.

Con el cambio que hizo el gobernador, vio que el director de la Secretaría de Educación Pública se desmejoraba mucho por la educación, y casi no come. Pero terminado su periodo, se va de senador, para que se reponga.

Sin embargo, con la Reforma Educativa se va a entregar mil 700 mil estímulos económicos a docentes en Hidalgo, y a lo mejor ustedes ganan algunos.

El director de la escuela se emocionó mucho, pues por las vacaciones se quedó sin lana. Pero tenía maestros en la escuela para ganarse el premio, y lo apresuró.

  • Venga, maestro. Lo voy a llevar a un salón, al azar. El sexto año, donde usted puede hacerles cualquier pregunta a los alumnos.
  • Como usted me ordene. Adelante.

El director lo llevó al salón de sexto año. Al entrar, todos los niños se pusieron de pie y, en coro, le dijeron: “Buenos días, maestro”. Y les aplaudieron. El director se dirigió al maestro que días antes había platicado con él.

  • Profesor, le presentó al director de Zona.
  • Mucho gusto, maestro
  • Buenos días, profesor.

Le dijo el director:

  • Maestro, el señor inspector le quiere hacer unas preguntas a sus alumnos.
  • No faltaba más. El grupo es suyo, inspector.

El director y el profesor se hicieron a un lado, mientras que el inspector buscaba entre el grupo, al niño al que le iba a hacer una pregunta. Los alumnos trataban de esconderse, unos atrás de otros, para que no les preguntara nada. A paso firme, se le acercó a un niño a quien vio muy vivaracho, y le preguntó:

  • ¿Cómo te llamas, niño?
  • Abraham Chinchillas, para servir a usted y a Dios.
  • Te voy hacer una preguntita. ¿Estás listo?
  • Sí.
  • Quiero que me digas, ¿quién le quemó los pies a Cuauhtémoc?

El niño se puso colorado. A punto de brotarle el llanto, le contestó:

  • Verdad de Dios que yo no fui. Nunca traigo cerillos a la escuela. Con eso de que están haciendo los gendarmes operación mochila, no fumo. A lo mejor ha de haber sido un compañero que hoy no vino. Es muy maldoso.

El inspector de Zona se dirigió a su maestro del niño y le dijo:

  • ¿Qué me dice a la respuesta del alumno, profesor?
  • Mire, inspector, yo conozco perfectamente a mis alumnos, sé que ese niño a veces flojea, pero estoy seguro de que no fue quien le quemó los pies a Cuauhtémoc.

El inspector de Zona se dirigió al director de la escuela, y muy serio, le dijo:

  • Señor director, usted qué me dice de lo que acaba de escuchar.
  • Mire, yo estoy de acuerdo con el profesor. No creo que el muchacho haya sido. Conozco muy bien a su familia. Su padre ha sido un colaborador en la escuela. Pero le prometo que desde este momento, haré una investigación a fondo, para llegar a las últimas consecuencias, y castigaremos al culpable.

(Cualquier parecido con la realidad, es culpa de la triste realidad)

 

FALLECE UN DIRECTOR DE PRIMARIA

Esta es una mala noticia para el magisterio. Sucedió en el municipio de Atotonilco el Grande, en el libramiento vial de la carretera México-Tampico. El director de la primaria de Tulancingo resultó con heridas graves y se fue al valle de las calacas. Los médicos no pudieron hacer nada en el Hospital General de Pachuca.

En el percance automovilístico, sufrió una fractura de pelvis y otras heridas más graves. Mientras que tres personas que lo acompañaban, al parecer maestros, fueron atendidas en el lugar, porque sólo sacaron raspones y un gran susto, que se les pararon los pelos.

Los accidentados viajaban a bordo de un automóvil compacto, marca Volkswagen, Jetta, color arena, placas de circulación HMK-2293. Era conducido por Daniel Ríos, de 48 años, quien corría a gran velocidad, sabiendo que la carretera estaba húmeda. En un parpadeo sintió que le agarró la mano el chango, y se fue a estampar con un muro de cemento.

Por el fuerte madrazo, la unidad rebotó y en la parte trasera, para acabarla de amolar, se estrelló de nueva cuenta con una camioneta patrulla de la Policía Municipal de Atotonilco el Grande, que era conducida por el oficial Manuel Juárez Enciso. Se le fue la cabeza de lado. Dijeron los socorristas que había sufrido un esguince de segundo grado, y lo trasladaron a una clínica particular de la ciudad de Pachuca.

Al lugar de los hechos, llegaron los de la Cruz Roja y Protección Civil, así como un montón de la gendarmería de ese municipio, para ayudar a trasladar al profesor Emiliano Nava González, de 54 años, quien por la gravedad de sus heridas, fue conducido al Hospital General donde falleció.

Los paramédicos de la Cruz Roja de Atotonilco el Grande trasladaron a Karina Jiménez Martínez, quien sufrió fractura de pelvis y otras lesiones, mientras que el chofer del automóvil, así como María Domitila Estrada Cruz y Francisco Baca Gómez, de 50 y 38 años, fueron atendidos en el mismo lugar.

De acuerdo con los informes de la gendarmería municipal, los cinco accidentados que viajaban a bordo del automóvil chocado, se dirigían al municipio de Zacualtipán, donde alumnos de la escuela donde trabajan, eran trasportados en otras unidades porque iban a participar en un evento deportivo.

 

EVALÚAN A PROFESORES DE TIZAYUCA

En el camino hacia la calidad educativa, de los 114 profesores evaluados que brindan servicio en el municipio, sólo uno no la hizo, así lo informó la jefa de sectores de primaria.

En opinión de la funcionaria, dijo, gritando a los cuatro vientos, sin tomar en cuenta al que tumbó los árboles y anuncios espectaculares y los vidrios del Palacio de Gobierno (que desde su construcción nunca le han dado su manita de gato), que de los 114, cuatro salieron destacados y uno valió gorro porque ni de panzazo lo pasó.

Los demás, hay se van con calificaciones regulares, pero lo pasaron. Y cuentan con los conocimientos de calidad que se requieren en el momento de enseñar.

Sobre los cuatro destacados por sus resultados, dijo que dos están en la Supervisión Escolar de la Zona 186, en la Hacienda de Tizayuca.

Ellos se hacen acreedores a un estímulo económico, directo a su salario. Recibirán un 35 % de aumento durante los siguientes dos años, hasta que sean nuevamente evaluados. Para confirmar si no llevaba acordeón. “Los cuatro docentes pasan a nivel de lo que anteriormente se conocía como Carrera Magisterial, que los hace merecedores del aumento”.

En el caso de estos cuatro, es un reflejo de los consejos técnicos escolares, los cursos de formación continúan que permiten mejorar la educación básica, con el objetivo es establecer el trabajo de pedagogos en el aula.

gatoseco98@yahoo.com.mx