
La noche del 22 de septiembre, a las 7:30, alrededor de 100 personas rodaron por las calles de Pachuca, como una de las actividades que Revolución Urbana hizo en torno al “Día Mundial sin Auto”. En 20 kilómetros, pedalearon para demostrar que “hay gente que sí quiere andar en bici por la ciudad; que las personas la quieren usar como manera de transporte, solo que a veces las condiciones no lo permiten”, expresó Luis Licona, coordinador de Revolución Urbana, para Diario Plaza Juárez.
Informó que la conmemoración de este día se oficializó en los noventas, pero que se remonta a los setentas cuando “empezó la crisis del petróleo y en varios países europeos se dieron cuenta que no podían depender solo de los automóviles para transportarse” coincidiendo con “varias protestas de niños en los Países Bajos por las muertes viales, porque había habido muchos ataques a niños en donde habían fallecido. Entonces, empezaron a proponer que las calles fueran lugares para juego y lugares para niños y para las personas”.
Dijo que la idea de este día es visibilizar otros medios de transporte: poner atención al transporte público, a los ciclistas y a los peatones, y ver la contaminación que los autos producen. “Sirve para dejar de usarlo un día y para que las autoridades vean que se necesitan hacer cambios porque si dejamos el automóvil un día y no podemos movernos en la ciudad, es porque no hay otras opciones, pues algo se está haciendo mal en la ciudad”.
Es por ello que a través de Instagram el colectivo retó tanto a amigos como a diversas autoridades, incluyendo al gobernador del estado, a no usar el auto por ese día, pero no recibieron respuesta alguna, aunque esperan que en un futuro se sumen “y suban sus historias andando sin automóviles en la ciudad, para que vean lo difícil que es y que una ciudad que se construye para autos, pues es una ciudad que es excluyente para las demás personas”.
Reiteró que se debe reflexionar que significa usar el auto, pues este “se vuelve incluso como una prótesis en la que si no tienes un auto no puedes hacer ciertas cosas, eso es excluyente y hace que la ciudad sea excluyente”.
Concluyó esperando de que muchas personas se hubiesen sumado a dejar el auto, y así dejar de encaminar a ciudades grises, contaminadas y propensas a las inundaciones, para que estas sean más verdes, amigables, humanas y propensas para la convivencia.
Compartió que se mantuvieron todas las medidas sanitarias y que el 96 por ciento de los asistentes ya contaban con la vacuna contra la COVID-19 y el 60 por ciento de ellos ya tenían su esquema de vacunación completo.