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Larga vida y prosperidad
Tarde o temprano el ejercicio del poder trae consecuencias, días nublados que por momentos llevan a la reflexión del que lo ejerce, si ha valido la pena dar tanto a cambio de esporádicos momentos en que es posible brillar en el firmamento como los fuegos de pirotecnia. Nada tan cercano, tan similar al asunto político como las luces que iluminan apenas por minutos un plaza festiva, para después regresar a la oscuridad
Es la vida misma, la terca realidad que avisa puntualmente que es tiempo de bajar del escenario, y sumarse al público en los lugares designados en el auditorio a los que simplemente ven a los que actúan, dan vida a los sueños más caros del respetable.
Durante más de 35 años me ha tocado en suerte ser testigo directo o indirecto de estos acontecimientos, casi siempre marcados por la ceremonia del último Grito de Independencia, presidido por el gobernante en turno.
Algunos, con ese acontecimiento dan por terminada su carrera política para dar paso a una nueva historia, en la que sin embargo es permanente extrañen ese tiempo en que fueron el resplandor de una tierra que gobernaron.
Otros, por el contrario, arrancan una nueva historia en donde el escenario es el mismo país.
Pero sin duda, el hecho fundamental es que la ceremonia de Independencia, apenas al cuarto para las doce de que entreguen el poder, los hace mirarse en el fuego de artificio que ilumina de pronto una gigantesca plaza para luego apagarse.
Ha sido el turno del gobernador Omar Fayad, y el principio de los adioses ha sido en uno de los momentos más complicados en todo el país, no se diga para el Estado de Hidalgo.
Con toda seguridad puedo anotarle que estamos ante uno de esos casos, en que el final de su mandato marcará el principio de una proyección a nivel nacional.
Sin embargo el hecho es que nadie le quita a quien ha tenido en sus manos durante casi seis años el destino de un pueblo como el hidalguense, la profunda nostalgia, ya no del poder, sino del lazo estrecho construido con quienes decidieron confiarle sus esperanzas, y también con los que no.
“Larga vida y prosperidad”, decía el Señor Spock de Viaje a las Estrellas. Y lo mismo decimos.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalt@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta