¡VIVA MÉXICO! ¡VIVA HIDALGO!

La noche huérfana de gritos
nos dice que algo pasa,
que la vida está quieta
escondida en sus casas
mientras la muerte pasa.

No es igual que otras veces,
no suenan las guitarras,
la plaza está tan sola
tan triste y sin colores
que el cielo que nos mira,
esconde sus luceros
y apaga sus cometas.

No, no es igual que antes,
y sin embargo brota
del fondo de la pena
un ¡viva! Que es reclamo
por esta larga espera,
y garfio que se aferra
a la luz y el sueño
de colores y cantos.

Porque somos un pueblo
que inicia en Huapalcalco,
columnas de basalto,
agenda milenaria,
evangelio de piedra
en Banzhá y en Xihuingo,
y son hombres que rezan
en la página oscura
de El Boyé en Tecozautla
y es venado y es ciervo
Y serpiente que repta
En la falda rocosa
Del cerro de la Mesa.

Caminamos ya tanto
con mil caras al tiempo,
Nahuas con cara al norte
Otomíes en el Valle,
Tepehuas en la sierra,
Toltecas allá por Tula
Atlantes y guerreros
siempre retando al tiempo.

Aquí canta la patria
aquí nació, aquí vive,
y es huapango en Huejutla
carnaval en Calnali,
y Xantolo huasteco,
barbacoa en Actopan
escamoles en salsa,
zacahuil en la mesa
y pulque  pa’l olvido.

Y es convento agustino
y reloj en la plaza,
mina que no se agota,
truchas cerca de Huasca,
cecina y enchilada
escamoles y Shala,
la patria que nos cuida
agua de Tolantongo
se hace gruta en Xoxafi
y oración en San Pancho.

¡Viva México! gritan
y el grito va rodando
por Valles y montañas,
y el eco le responde
con un grito de siglos,
Quetzalcóatl peregrino
monje en Epazoyucan,
piedra y rezo en Zampoala
camino de la patria,
con plata de las minas
sabor de paste y oro,
aquí nació la patria
agua de ríos y peces,
con alegrías y penas
con sueños y dolores,
inicios y finales,
y aunque la noche es larga
al final gritaremos
con luces y canciones
¡Viva México siempre!
¡Viva Hidalgo! en su historia
por siempre y para siempre.