Terraza

Donald Trump mejor showman que candidato

Muchos de ustedes se han preguntado porque estamos tan interesados y preocupados en México por lo que sucede en el proceso electoral en el vecino país.

Si se tratara de cualquier aspirante para representar al Partido Republicano en las próximas elecciones en Estados Unidos, no habría problema pero se trata de Donald Trump y su visión de política exterior además de sus comentarios ofensivos contra China y México, ya preocupa esto al interior del Partido Republicano y por supuesto a un gran número de votantes.

 

Hay un dicho en ingles que dice: “No se puede derrotar a alguien con nadie”.

Aunque al interior del Partido Republicano estén preocupados, por el momento no tienen a nadie que pueda imponerse al controvertido Donald Trump a pesar de que la élite del Partido Republicano ha sacado la artillería pesada para bajarlo del proceso interno, el discurso xenofóbico y populista de Trump ha calado en votantes desencantados con la política tradicional. A dos semanas de las primarias de los estados de Florida y Ohio, puede que sea demasiado tarde para detener a un empresario rico y charlatán que ha conquistado a la mayoría de los votantes que no se sentían representados.

Basta observar las reacciones que tiene cuando alguien lo contradice o no está de acuerdo con él.

Esta semana que pasó, el que fuera candidato presidencial en 2012, Mitt Romney, pidió a los votantes boicotear el triunfo de Trump, utilizando el voto útil en su contra; más de 100 líderes conservadores pidieron retirar el apoyo al empresario, porque su paso por la presidencia sería nefasto para la seguridad nacional; y el dinero de Wall Street y de los grandes donantes ha dejado de fluir a la campaña y ha comenzado a financiar campañas de anuncios televisivos para atacar el historial de Donald Trump con la creación del comité de acción política. La respuesta que da, es estar dispuesto a autofinanciarse.

El casi septuagenario Neoyorquino es mucho mejor “showman” que empresario. En su haber ha pasado por cuatro quiebras, negocios ruinosos como la Universidad Trump o la compañía de hipotecas que fundó antes de la crisis financiera de 2008. Trump no tenía experiencia en política, no conocía los pormenores del maratón de las primarias y carecía de donantes billonarios o conocedores del entramado de conexiones que lleva a la Casa Blanca. Lo que si conocía bien es cómo funciona el mundo de la televisión, una industria que saca grandes beneficios de cada proceso electoral en audiencias y anuncios, y donde se crean y se destruyen figuras públicas.

El Partido Republicano se está desmembrando entre unas fuerzas ultraconservadoras y populistas y la élite que pregona el libre mercado; para muchos no les sorprende que Trump haya conseguido aglutinar simpatizantes con un discurso antiinmigrante, que habla lo mismo de aumentar impuestos a los ricos que mantener la seguridad social.

Trump en su último debate de la semana, aseguró que de no ser nominado como candidato de los republicanos, apoyará al aspirante escogido es una declaración que busca calmar las tensiones en su partido.

Mitt Romney, desde lo alto del  prestigio que aun goza dentro del Partido Republicano, dijo que una candidatura del magnate en las elecciones presidenciales conducirá a una catástrofe electoral, y pidió que los electores voten por Cruz o Rubio.

Hay que tomar en cuenta que además de los problemas que ha tenido Donald Trump hoy se suman todas las críticas que ha hecho Romney en contra de él, ya que no supo deslindarse a tiempo de los apoyos que le ofreció David Duke quien en su momento fue el líder máximo de los caballeros del ku klus klan (KKK) .

En un post publicado en su página de Facebook a propósito de la polémica causada por su apoyo a Trump, Duke que considera que el magnate neoyorkino debe ser seguido de cerca por quienes creen que hay que poner fin a la era de la corrección política en Estados Unidos.

En algo se parece el discurso de Donald Trump al de David Duke al decir que EEUU necesita un líder que resguarde las fronteras, garantice que los estadounidenses blancos puedan preservar y proteger su patrimonio e intereses “al igual que se le permite hacer al resto de los grupos” y evite ir a la guerra con Rusia y cause la tercera guerra mundial.

Además, Duke espera que ese líder acabe con la supuesta influencia de grupos de origen judío sobre la vida política de Estados Unidos.

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