PEDAZOS DE VIDA

PEDAZOS DE VIDA
Photo Credit To Especial

Camionero 

Ahorita que estoy a punto de contarte lo que me sucedió hace cinco años, siento el miedo y el escalofrío que no sentí aquella noche en la que saliendo del pueblo comencé a escuchar la voz que muchos de nosotros, a veces, escuchamos. No sé porqué, pero aquella vez todo fue muy normal, el miedo lo sentí mucho después, es como si al momento tú trajeras alguien de copiloto que te va platicando sin que te des cuenta de que no hay nadie a tu lado.

Decimos que no sentimos miedo por machos, pero la verdad es que sí se siente, ¡como jijos no! Así son las cosas, se siente el miedo, somos humanos no máquinas, pero cuando me comenzó a decir las cosas, no sentí rareza, no quise voltear, esa fue la forma de tranquilizarme pero  decidí no ignorar las palabras que me decía como si estuviera  a un lado, haz de cuenta cuando llevas a alguien y vas platicando, no es un susurro o una voz que te hable bajito es una voz normal de hombre.

Fue en la salida del pueblo cuando iba a entrar a la carretera federal y me dijo espera viene un carro sin luces, “espera”, vio que intenté ignorarlo y dijo “te estoy diciendo que te esperes, no seas pendejo”, enseguida pasó un carro sin luces. La verdad, no hubiera dado tiempo de salir por completo, a la velocidad que iban se hubieran matado, hubieran quedado embarrados en la parte trasera de mi camión. 

Te lo dije cabrón, te dije que esperaras, me dijo aquella voz, y yo seguí manejando, de pronto el silencio hizo que volteara al asiento, no había nadie, entonces creí que todo había sido una intuición, mi abuela decía que algunos de la familia traíamos el don y antes de morir me dijo: “confía siempre en tu instinto”.  Más adelante me encontré a un compa y nos detuvimos en el paradero que está antes de llegar a la sierra, ahí tomamos café y él se chingó dos bolillos remojados, no le gustaba el pan de dulce así era ese cabrón.

Íbamos a atravesar la sierra y luego cada quién tomaría su camino, pero de pronto escuché la voz y me dijo que me iba a dar sueño, que me iba a dormir, que me quedara o no iba a llegar a mi destino, en la gasolinera le eché las luces y me quedé a dormir ahí, entonces al otro día vi que hubo un accidente, el camión estaba en el fondo del barranco y estaban haciendo las maniobras para rescatar el cuerpo, la verdad se siente bien gacho, pero es algo que siempre te tiene que pasar, saber que alguien con el que estuviste unas horas antes acaba de morir, así es la vida. 

Al salir de la sierra, la voz se volvió a escuchar: “yo aquí me quedo” y sin más no la volví a escuchar, dicen que a las orillas de las carreteras se aparecen difuntos, que los muertos salen por los panteones, que hay mucho fantasma en la carretera, yo nunca he visto nada, pero esa voz que me ayudó esa noche no estoy seguro de que haya sido algo bueno o algo malo, me ayudó pero quién sabe, a lo mejor sólo alargó mi vida para darme más sufrimiento, uno nunca sabe. 

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