QUEDARON CON LOS PELOS PARADOS
Más de 500 alumnos de la escuela primaria Everardo Márquez, que se encuentra en la colonia Periodistas, sufrieron un susto que no olvidarán. Niños, niñas, maestros y el personal de la escuela comenzaron a oler el gas, dándose cuenta que se estaba fugando.
Comentaron que estaban en la hora de recreo cuando pasó un accidente con un tanque de gas que se les cayó a los que despachan en la tienda. La válvula de control sufrió un desperfecto, ocasionando la alarma. Por las moscas, todos corrieron a refugiarse en su salón.
Dijo uno de los chavos: “Sólo escuchamos mucho ruido en la cooperativa. Y todas las niñas y niños salieron corriendo, gritando a todo pulmón que el tanque de gas iba a explotar”.
Minutos después llegaron los de Protección Civil Municipal. Con el apoyo de los maestros desalojaron a 575 estudiantes, quienes fueron traslados al Complejo Deportivo Revolución Mexicana, cercano al lugar de los hechos, a efecto de ponerlos a salvo. Ocho de los estudiantes fueron atendidos. Presentaban dolor de cholla, irritación en los ojos y mareos.
El director de Protección Civil explicó que un tanque de gas LP que suministra a la cooperativa escolar fue tirado accidentalmente en el interior de la misma y con ello el pictel, o sea la válvula, se madreó y por ahí se escapó el gas. La representante de padres de familia indicó que hicieron la revisión del lugar donde estaba colocado el cilindro y no estaba a sostenido por nada. Y podía ocasionar otro accidente.
Aseveró: “Es lamentable lo que pasó, porque era algo que podía prevenirse”. Y de ahí se fue para zurrar a los responsables de la supervisión de tiendas escolares y a los que despachan a los niños. “Que tomen cartas en el asunto para evitar un suceso que ponga en riesgo a los estudiantes. Que no se repita”.
El director del plantel se mantuvo al tanto del desarrollo de la evacuación y resguardo de los menores. Las autoridades de seguridad apoyaron a sus labores. Cientos de padres de familia, al saber la noticia, que corrió como reguero de pólvora, fueron a ver qué pez, y se trasladaron al estadio Revolución para recoger a sus hijos. Sus útiles escolares quedaron resguardados en la escuela.
Ahí les va el comunicado que mandó la SEP sobre la fuga de gas que sucedió el día lunes en la escuela primaria Enverado Márquez, que se encuentra en la calle 16 de Enero, esquina a con avenida Revolución, de la colonia Periodistas, en Pachuca. La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo informa lo siguiente:
“La fuga de gas se registró en la cooperativa escolar, al tumbar accidentalmente un cilindro de gas LP. A las instalaciones llegó el personal de Protección Civil Municipal, quien controló la fuga de gas, y tomó la decisión de evacuar a los niños como medida de seguridad. Por parte de la SEP, se presentó el encargado del área jurídica de la coordinación de establecimientos de consumo escolar. La comunidad estudiantil es de 575 alumnos y alumnas, los cuales fueron llevados de emergencia al campo deportivo, junto con sus maestras y maestros, donde sus progenitores fueron a recogerlos.
“Los alumnos fueron atendidos y valorados por Protección Civil. No hubo necesidad de trasladar a ninguno al nosocomio. Como medida de higiene y seguridad, en el plantel lavaron los pisos con agua y jabón. Y el día martes 23 se reanudaron las clases de manera normal. Todo fue un verdadero accidente, y todo quedó bien”.
UN ATENTADO MUY MISTERIOSO
Todos los que lean esta nota van a quedar con los pelos parados, y van a sacar varias conclusiones, aunque no tiene pies ni cabeza, que los llevará a conocer cuál es la verdad. A un hombre le dieron dos balazos en la cara y sobrevive. Esto que les cuento sucedió en la comunidad de La Calera, municipio de Mineral de la Reforma. Parece que los agentes ya investigan a uno.
¡Del peligroso atentado! ¿Qué pez? Hasta el momento estamos como el Monje Moco. Nadie sabe, nadie supo. Por más que le buscan, sólo están enterados que al afectado le soltaron de plomazos en la cara, a la altura de la boca. Algunos, en el momento, pensaron que era el traga balas, pero al ver que ya se estaba pelando, se lo llevaron al Hospital General de Pachuca. A ver si no lo amuelan contagiándolo de la influenza.
Los médicos que lo atienden, dicen que a pesar de las heridas, está fuera de peligro. Lo pelón es que está en un foco de infección por tanto gripiento. Pero vamos a ver qué es lo que en realidad pasó, a ver si alguno de ustedes le da al clavo sacando sus conclusiones.
La tarde de ayer, en la calle Los Gemelos de la comunidad de La Calera, como resultado de este misterioso atentado detuvieron a una persona que ya la tienen en investigación. De acuerdo con los primeros reportes policíacos, se sabe que el artero ataque ocurrió como a las tres de la tarde, cuando el pobre hombre, cuya identidad no fue revelada, se encontraba en la calle, pensando en la inmortalidad del cangrejo. De pronto fue agredido.
Sólo se sabe que ese canijo le tiró a boca de jarro, dos plomazos que le pegaron cerca de la boca, sin tocar ninguna pieza dental. El personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado dio inicio a la carpeta investigadora, a causa de que una persona fue llevada al nosocomio. Fue herido en La Calera. Pero agarraron a un chango marango, a quien ya están haciendo que suelte la sopa, y pronto sabremos de qué se trata.
QUERÍA FUSILAR A SU VIEJA
Antonio Hernández Santiago, originario de Huejutla, vino a Pachuca a buscar fortuna. Se trajo a su mujer. Es vecino de la calle Maclovio Herrera, barrio El Lucero. Pero no se le han quitado las costumbres que tienen en la Huasteca. Ayer se le metió el diablo. Echó pleito con su vieja, Ramona Cervantes Macaria, quien se le puso al brinco, y como estaba que echaba chispas, le pegó.
Con unos lazos la amarró, de las manos y de las patas. La puso parada en la pared, le vendó los ojos, y se metió a traer su rifle, calibre 22. Midió una distancia de 3 metros. Se puso en posición de tirador de pie, y le dijo que la iba a fusilar. La mujer lloraba y le pedía que no lo hiciera, que sus hijos iban a quedar huérfanos, que le prometía portarse bien y jamás levantarle la mano, pero que no disparara.
Los vecinos pidieron auxilio a la policía, por medio de 066, diciéndoles que vinieran, lo más pronto posible, porque don Toño iba a fusilar a su señora.
Don Antonio no quitaba el dedo del gatillo, y la salvó la campana, porque cuando lo iba a jalar, llegó la policía, dándole de macanazos en la cholla. Lo tumbaron, lo desarmaron y desataron a la señora, quitándole la venda de los ojos, y al ver que estaba toda desmadrada, se la llevaron al Hospital General. Y al señor, con todo y rifle, lo pusieron a disposición del agente del MP.
La señora Ramona Jova Cervantes, declaró que su borracho viejo trabaja como albañil en la colonia Cubitos, y se junta con un compadre que anda de San Camilo, y diario se lo lleva a chupar. Le presentó a su prima, una vieja chaparra, panzona, y anda de sancho. Tienen 10 hijos, en 11 años que viven arrejuntados. La trajo de una comunidad de Tlanchinol, con engaños que se iban a casar, y la iba a respetar tratándola bien, con pensamiento, palabra y obra.
El sábado pasado, le llegó el chisme que lo vieron del brazo de una viaja greñuda, que se llama Inocencia Ramírez, que es prima del alcahuete de su compadre. Porque le reclamó, se salió y llegó en la madrugada, bien zumbado, dando órdenes como si fuera militar. Y como lo mandó a ver a su madre, le pegó. Ella trató de defenderse, pero el desgraciado la iba a fusilar. Si no llegan los uniformados un segundo antes, se la hubiera echado al plato.
Por su parte, Antonio Hernández Santiago, dijo que la mujer debe respetar al hombre. Al hablar, ella debe permanecer callada. Sin embargo, parece perica, y se atrevió a levantarle la mano. Que si él anda con otra mujer, así es, porque ha aprendido que al hombre le tocan siete viejas y un maricón. Ese se lo va a dejar a su compadre.
Quedó encerrado, y lo pasaron al Cereso de Pachuca, ante el juez, acusado por intento de asesinato. La agraviada lloro, y pide que lo dejen en libertad, porque quién le va a dar para comer a sus hijos. Que ella no puede regresar a su pueblo porque como se vino con Antonio, su padre le dijo que para él, estaba muerta y enterrada.
SE LA ANDABA CARGANDO LA PELONA
Sin embargo, fue rescatada de las huesudas manos de la muerte. Una mujer intentó suicidarse en un cuarto de un hotel, ingerido varios medicamentos. Llegó a un hotel, pidió un cuarto, y se encerró a piedra y lodo, pero nadie sabía de sus intenciones macabras de suicidarse.
Echó en un vaso varias medicinas, y se aventó varios tragos de alcohol. Se acostó. Se notaba que tenía una pena en el alma. De pura chiripada, los trabajadores del hotel iban a hacer una compostura eléctrica. Estuvieron tocando, y al ver que no abría, y salía un olor medio raro, abrieron a la fuerza, y al entrar vieron a la mujer, que tenía espuma en la boca, y la mirada perdida. Llamaron a la Cruz Roja, y los socorristas se la llevaron inconsciente, al Seguro Social.
Dijo el encargado del motel, que se encuentra sobre la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún, que se registró con el nombre de Norma. Que llegó al 20 para las 8 de la noche, en la habitación 16. La mujer iba manejando un coche Spark negro.
Horas después, el jefe de mantenimiento fue al cuarto y encontró a la mujer desmayada, y la reportó a la administración del hotel. Pensó que era La Bella Durmiente. Llamaron a los uniformados de Mineral de la Reforma, y ellos se encargaron de llamar a los socorristas.
También se sabe que a la frustrada suicida la habían reportado como desaparecida sus familiares o sus amistades, el mismo viernes, a la 7 y media de la noche. La última vez que la vieron, andaba por las canchas de futbol llamadas Las Palomas, que se encuentran en el bulevar Colosio, pero se desconoce por qué. Se dice que si se hubiera suicidado, sería el número 11 en Pachuca.
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