PEMEX el más afectado

Terraza

Una vez que el papa Francisco deja el territorio mexicano, -como bien dijo Carlos Salomón-, empieza a conocerse la realidad, la Secretaria de Hacienda y el Banco de México se encargaron de recordarnos cuál era la nuestra.

 

Luis Videgaray dio a conocer un recorte al gasto público por 132.3 millones de pesos para este 2016, que son equivalentes al 0.7 % del producto Interno Bruto. 

Para darnos una idea de lo que significa esta cantidad, estimado lector, basta ver que equivale al 85 % del gasto aprobado en Desarrollo Social, o el presupuesto anual de la Secretaria de Salud. 

El impacto más fuerte de este recorte recaerá en PEMEX con 100 mil millones de pesos y el resto, 32 mil 300 millones, se ajustarán en las demás dependencias. De acuerdo con el documento presentado por Hacienda, el 60% equivalente a 19 mil 380 millones de pesos, serán en gasto corriente y los 12 mil 920 millones de pesos restantes se aplicarán a gasto de inversión, en proyectos que no tengan viabilidad inmediata en materia técnica y jurídica. 

Esta acción fue calificada como una medida preventiva ante la fuerte volatilidad en los mercados financieros, básicamente en el tipo de cambio, asociados en parte, al menor precio del petróleo y tomando en cuenta que las coberturas petroleras no protegen los ingresos públicos por petróleo en 2017. 

La decisión ya está tomada, ahora falta ver el plan de negocios que tendrá que presentar Petróleos Mexicanos con su nuevo Director José Antonio González Anaya, en el Consejo de Administración. Y hacer lo que hoy parece imposible: lograr que PEMEX sea rentable en un contexto de bajos precios y un severo ajuste en su gasto. 

Para lograr esto, es importante tomar en cuenta donde si gana PEMEX y donde no, por ejemplo, PEMEX Refinación tiene una pérdida de 72 mil 612 millones de pesos; PEMEX Petroquímica tiene números rojos por 10 mil 545 millones y PEMEX gas y petroquímica básica, por otros 4 mil 330 millones de pesos. En contraste, PEMEX Exploración y Producción tuvo una utilidad operativa de 210 mil 454 millones de pesos. 

El Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos deberá autorizar una fuerte reducción del gasto en las filiales que han reportado pérdidas y hacer algunos ajustes también en PEMEX Exploración y Producción pues hay proyectos que tenían una rentabilidad aceptable con precios por arriba de los 50 dólares por barril y que ahora con los precios actuales no son rentables. 

Adicionalmente a estas medidas en PEMEX, se deben revisar los controles en la seguridad para evitar el robo de combustible que tanto daña las finanzas de la empresa y que lejos de disminuir se ha incrementado. Petróleos Mexicanos, además de enfrentar una pesada deuda de casi 90 mil millones de dólares y con la drástica caída de los precios del petróleo, obliga a la empresa a recortar gastos e inversión, sin embargo también tiene que hacer frente a un pasivo laboral de alrededor de 1.5 billones de pesos. 

Por otro lado a octubre de 2015, la empresa pagaba pensiones a más de 96 mil trabajadores jubilados.

 La Auditoria Superior de la Federación alertó en un informe sobre el pasivo laboral de PEMEX, que presentaba un problema estructural. 

Aproximadamente, el 71 por ciento de la planta laboral de PEMEX está sindicalizada. El acuerdo alcanzado entre Pemex y el sindicato en noviembre pasado afecta a estos trabajadores, pero también los trabajadores de confianza tendrán un esquema de pensiones de cuentas individuales. 

José Antonio González Anaya ha estado involucrado en las reformas a los sistemas de pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estado y del Instituto Mexicano del Seguro Social, lo cual lo hace conocedor del problema. 

No deja de ser preocupante la situación de esta empresa que deberá tomar en cuenta al pie de la letra las recomendaciones sin margen de maniobra, y combatir la lacerante corrupción que se ha incrementado, de no hacerlo, estaríamos viendo las consecuencias en muy poco tiempo.

 

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