(EL UNIVERSAL).- Con la satisfacción de haber ganado la medalla de bronce, la Selección Nacional Olímpica llegó a la Ciudad de México, donde familiares y amigos la recibieron con la playera del equipo, mariachi, pancartas y globos.
Tras casi una hora de espera, el primer jugador en salir fue Luis Romo, quien abrazó a sus seres queridos y después se colgó su medalla de bronce ganada en Tokio 2020, la cual presumió ante las cámaras.
Guillermo Ochoa fue el siguiente futbolista en desfliar; su esposa e hijos inmediatamente corrieron hacia él. El guardameta del América fue de los más solicitados para las fotos, entrevistas y autógrafos, esto lo obligó a salir de prisa.
Jaime Lozano, técnico del seleccionado mexicano, fue aplaudido y ovacionado por las personas que se dieron cita; sin embargo, no emitió alguna reacción sobre su sentir.
Johan Vásquez, jugador de los Pumas, reveló que ha recibido ofertas para emigrar al futbol de Italia, Países Bajos, España y Alemania, pero —por el momento— está enfocado en regresar con los universitarios.
Henry Martín salió por otra puerta, pero explicó que se sienten felices por poder darle una medalla más a México y destacó que la clave del equipo para subir al podio fue la unión que existió entre todos los seleccionados durante todo el proceso.