De ganadores y perdedores
Este pasado día 23 de julio de 2021, quedaron inaugurados los XXXII Juegos Olímpicos de la era moderna, que se celebrarán en la ciudad de Tokio hasta el día 8 de agosto. En la ceremonia inaugural, como es tradición, desfilaron las delegaciones de todos los países participantes. En el caso de México, un total de 163 deportistas representarán a nuestro país en sus diferentes disciplinas.
En la anterior edición, celebrada en Río de Janeiro, acudieron a la cita 125 representantes bajo nuestra bandera, los cuales consiguieron 5 medallas: 3 de plata y 2 de bronce. Al ser todas logradas en disciplinas individuales, esto significa que el 4% de la delegación de nuestro país volvió a casa con una medalla en su cuello.
En estas justas solemos pensar que tenemos un problema estructural en el deporte, y es cierto que lo tenemos, pero también es verdad que el país que logró más medallas en los anteriores Juegos Olímpicos fue Estados Unidos, con 121 medallas, 46 de ellas de oro. La representación de nuestro país vecino fue de 555 deportistas, de los cuales volvieron con un triunfo 214, lo que supone el 39% del total de la delegación. Es decir, la mayoría de los deportistas estadounidenses terminaron la justa sin, en teoría, tener nada que celebrar.
Digo en teoría porque, evidentemente, el hecho de participar en unos Juegos Olímpicos, en la mayoría de los casos podría ya considerarse un triunfo. Cuando, según avancen las pruebas, comencemos a descubrir las historias de los participantes, descubriremos que muchos de ellos han tenido que realizar un esfuerzo enorme para conseguir entrar entre los mejores representantes del mundo de su disciplina. Algunos, es cierto, son ya estrellas consagradas del deporte, que acuden a ratificar su condición, pero muchos otros, son jóvenes que comienzan su andar por el mundo olímpico.
Durante este año hemos visto que, en algunas ceremonias de premiación, sobre todo en el mundo del fútbol, cuando se entregaba la medalla al segundo lugar, los jugadores se la quitaban, o algunos no la recibían. Si recordamos que el deporte suele encarnar los valores de respeto, deportividad y compañerismo, creo que ese gesto estaba totalmente fuera de lugar, y nos recordaba que como sociedad estamos haciendo algo mal.
No solo nos limitamos a felicitar a los ganadores; últimamente nos dedicamos a hacer burla de los supuestos perdedores. El mundo de las redes sociales está preparado en todo momento para realizar memes sobre cualquier evento deportivo, muchas veces ensañándose con los que no han conseguido terminar en primer lugar. Nuevamente, es un gesto que se aleja de los valores del deporte, esos que queremos transmitir a nuestros niños para que después sepan utilizarlos en su vida cotidiana.
Me parece que, como adultos, tenemos la responsabilidad de educar a los niños en el triunfo, pero sobre todo en las derrotas. Todos los deportistas que están participando en estos días en Tokio son parte de la élite mundial. Todos y cada uno de ellos ha hecho un esfuerzo enorme por lograr estar ahí, y eso ya es un triunfo, sin entrar a valorar las miles de circunstancias adversas a las que se habrá tenido que enfrentar cada uno.
Desafortunadamente, solo se pueden dar tres medallas en cada disciplina y/o categoría, pero eso no quita que su esfuerzo, perseverancia, trabajo, dedicación, tenacidad, deportividad y sacrificio sean dignos de admiración para nosotros, que se nos hace muy fácil criticar y burlarnos desde nuestro lado de la pantalla.
Al final, no siempre los perdedores lo son realmente, porque no todas las victorias son premiadas con una medalla.
Dato: Desafortunadamente, solo se pueden dar tres medallas en cada disciplina y/o categoría, pero eso no quita que su esfuerzo, perseverancia, trabajo, dedicación, tenacidad, deportividad y sacrificio sean dignos de admiración para nosotros.