
Las jugadoras de las selecciones femeninas de fútbol de Gran Bretaña, Chile, EU, Suecia, y Nueva Zelanda hincaron la rodilla en el césped antes de comenzar ayer sus respectivos partidos en los Juegos Olímpicos de Tokio como señal de protesta contra el racismo.
Esto fue posible gracias a que el Comité Olímpico Internacional (COI) permitió que los atletas hagan expresiones de tipo político, solidario o social en el terreno de juego, siempre que se dé antes del inicio de la competición o su presentación.
Eso siempre que la expresión o el gesto sea coherente con los principios fundamentales del Olimpismo.
Gran Bretaña y Chile fueron las primeras en hacerlo en el estreno de la competición. Y ambas selecciones dejaron un momento histórico en unos Juegos. Se arrodillaron antes del pitido inicial como protesta contra el racismo. Un gesto que popularizó Colin Kaepernick, exjugador de fútbol americano con los San Francisco 49ers, al hacerlo en 2016 durante la interpretación del himno de EU.