Canciones

Todos tenemos canciones

que nos atan a recuerdos,

imanes que nos atrapan 

a etapas de nuestra vida 

y que cuando las oímos,

nos llevan a mil recuerdos

faros  en la noche oscura

brújulas de  los caminos… 

Cuando llega a mis oídos 

la canción “Dos arbolitos”,

el corazón late y late

porque cuando yo era niño

mi madre me la cantaba

con una voz que no cambia

con tormentas y ciclones… 

Y en el baúl de recuerdos

Leo Dan también forma parte 

con su canción 

“Cómo te extraño” 

de una época ya ida,

en tardes de gran silencio 

en que mucho meditaba

ya de tarde y con estrellas

en temas de la existencia

y soñando desde lejos

esta canción ya recuerdo… 

A mis niños los recuerdo

cuando todavía se escuchan

“La patita” y “El chorrito”,

“La marcha de las vocales”

o la canción de las brujas

que espantaban a mi niño

ahora grande y cariñoso. 

Y mi niña tan contenta

cantando siempre cantando

“El jicote aguamielero”

las canciones de Cri Cri.

A mi esposa yo la escucho

Cantar con voz tierna y dulce

La canción del pecador,

Esa que empieza diciendo

“Reconozco Señor que soy culpable…”.

Y me acuerdo de mi pueblo

con su laguna y sus patos 

con mi madre y mis parientes

si escucho de José Alfredo

“Ando volando bajo”,

una canción que me dice

que yo nací en ese pueblo 

de calles de pura piedra,

de gente trabajadora

muchos de ellos fallecidos

y parte de esa canción.

Me gusta escuchar a Lara

Pedro Infante 

y a los Beatles,

a Lola y hasta Vicente,

lo mismo que al gran Beethoven

a Mozart y a los de Solesme… 

Y conforme  pasa el tiempo

las canciones son recuerdo

caminos ya recorridos

y testigos melodiosos

de lo mucho caminado…