Sanders se ha lanzado contra Wall Street
- La América de Bernie Sanders, el socialista democrático o la herejía norteamericana
El cómo hacerlo ya queda relegado al líquido territorio de las adivinaciones. Quiere que los bancos vean parcelado su tamaño para que su hipotética caída no embargue al país, y por supuesto fiscalizar con impuestos más altos tanto las transacciones financieras como los beneficios de las rentas más altas.
Que alguien admita que está a favor del aborto y del matrimonio homosexual y el control de las armas parece la mejor carta de presentación en Brooklyn y San Francisco. No tanto en Alabama, Texas o Arizona. Pues bien, Bernie Sanders, judío, descendiente de víctimas del Holocausto, en política desde principios de los ochenta, senador independiente durante años, amenaza lo que todos creyeron que sería un paseo militar para Hillary. Que continúa de favorita, encuestas mediante, pero con Sanders más cerca que nunca.
Un vistazo al programa de Sanders permite concluir que su modelo de Estado está más cerca de Canadá, o Dinamarca, que de la tradición libertaria de EU.
Promete crear un sistema de sanidad gratuito y universal. Para costearlo necesitará subir impuestos, sobre todo, a las rentas más altas, aunque todos los estadounidenses tendrían que cooperar. Hablamos de un coste para la próxima década que el «Wall Street Journal» cifra en 15 billones de dólares.
También pretende impulsar planes masivos de contratación pública.
Firme defensor de las energías alternativas y la lucha contra el cambio climático, Sanders promete multiplicar las inversiones y los empleos. Al igual que Trump, Sanders cree que la globalización y la facilidad con la que las empresas deslocalizan activos y saltan a otros países perjudica a la clase trabajadora de EU. Se compromete a revertir la situación.