
El poder, siempre el poder
Parece repetitivo hablar sobre el poder y los efectos que produce en quien llega a poseerlo, pero sin duda es necesario en estos tiempos previos a la renovación del Poder Ejecutivo en nuestro Estado. Porque pocos, muy pocos son los que salen indemnes de haber sido poseídos por este, que puede ser una bendición o una maldición. Los efectos son terribles si se genera una confusión absoluta entre la realidad y el ensueño, que sin duda se vive cuando se prueba sin el menor recato y consideración.
Más allá de las alianzas que se hagan en el 2022 por parte de los que buscan conservar para su partido el cargo político más importante en Hidalgo, y los que pretenden dar paso a la alternancia, algo fundamental sería indagar sobre la capacidad de cada uno de los aspirantes, hombres y mujeres, para no ser presa de los encantos que provoca el poder, al grado de arrebatarlos del mundo de los mortales, para llevarlos a un escenario donde adquieren capacidades que los transforman en infalibles, invencibles, inmortales, inobjetables, infinitos, inconmensurables, entre otros atributos
Saben, al menos al principio, que no lo son, que por el contrario son falibles, vencibles, mortales, finitos y limitados. Que su principal cualidad es ser lo que son: simples mortales con la oportunidad de servir a sus semejantes.
No todos olvidan esa condición, pero sí muchos.
Los que no la olvidan logran dejar el poder sin ninguna complicación, incluso conservan sus amistades de toda la vida, y caminan sin ninguna preocupación por las calles de la colonia o municipio donde nacieron. Son los de siempre.
Algunos aseguran que son la excepción, pero quiero pensar que no es así, que cada día son más, aunque la verdad quién sabe.
El poder debe ser usado para transformar el entorno de toda una población, hacerlo mejor, contribuir a que de alguna manera la ciudadanía recupere la confianza en ella misma, y por lo tanto en sus autoridades. Poder que solo transformar al que lo posee no sirve para nada, ni para el que lo acaba padeciendo.
Se lo anotaba, parece ocioso insistir sobre un tema tantas veces mencionado, pero la verdad tan poco escuchado en cuanto a las medidas de precaución para quien lo llega a usar.
Pero sin duda siempre es necesario.
Siempre.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta