La crisis incita deserciones de combatientes extranjeros
- En Mosul, los yihadistas han comenzado a subastar las propiedades confiscadas a la minoría cristiana en busca de liquidez
Según un activista local que rehúsa identificarse por miedo a represalias, el EI ha respondido a la creciente amenaza vaciando las reservas de dinero y ocultándolas en túneles bajo la ciudad. Para su traslado, ha optado por taxis y transportes públicos en un intento desesperado de sortear los ataques. “El cielo de Mosul está plagado de aviones de vigilancia”, advierte la fuente
Desde la proclamación del califato a caballo de Siria e Irak, sus caudillos se habían jactado de edificar una suerte de Estado floreciente, capaz de proporcionar techo y buenos salarios a los occidentales que emigraran hasta sus confines. “Tienen acceso gratuito a una casa y alimentos además de disfrutar sin costo alguno de suministro de electricidad, gas y agua y disponer de seguridad. Son muchas de las cosas con las que la gente sueña en Occidente”, glosó el clérigo Anjem Choudary, el principal rostro del islamismo radical en Reino Unido en una entrevista hace año y medio.
La maquinaria propagandística del Estado Islámico (EI)) sedujo a muchos con la oferta de vivienda, salario y “ayudas sociales” en concepto de matrimonio e hijos. Pero las finanzas de la organización terrorista más poderosa del planeta comienzan a resentirse por los ataques aéreos de la coalición internacional que dirige EU. La austeridad ha alcanzado al fin el territorio que administran Abu Bakr al Bagdadi y sus adláteres. “Se han visto obligados a reducir a la mitad el sueldo de los dirigentes y un 30% el de soldados y oficiales”, confirma el analista Hashem al Hashimi, asesor del Gobierno iraquí y una destacada fuente de información sobre lo que acontece en la blindada ciudad de Mosul.
“Los ataques aéreos -agrega- han golpeado nueve bancos del EI. En al menos dos de ellos, había depositados 150 millones de dólares. El resto había sido vaciado previamente”. La arremetida que ha causado mayor daño a la estructura financiera del IS se registró a principios del pasado enero cuando la aviación estadounidense redujo a escombros la sede del Banco Al Rashid en un barrio del este de Mosul, la segunda urbe iraquí en manos yihadistas desde junio de 2014. Unos días más tarde, la agencia de noticias
Al Amaq -afín al EI- difundió un vídeo que muestra la destrucción de las instalaciones, con fragmentos de papel y mobiliario esparcidos entre las ruinas. La pérdida de uno de los depósitos usado como banco central ha impuesto en la villa una economía de guerra.