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UN INFIERNO BONITO

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SE AVIENTAN UN AJUSTE DE CUENTAS

La víctima fue mutilada de todo el cuerpo. Esta es una horripilante historia. A un hombre se lo echaron al plato, lo asfixiaron y después lo metieron en dos bolsas de plástico negras que se utilizan para basura. L tiraron en la comunidad de San Guillermo del municipio de Mineral de La Reforma.

 

La persona que ejecutaron, se sabe, permaneció varios días en calidad de desaparecido. El crimen podría tratarse de un ajuste de cuentas entre los mafiosos, o también puede ser una distracción de las verdaderas intenciones.

El macabro hallazgo lo hicieron los vecinos de la comunidad de San Guillermo de la antigua carretera a Real del Monte. Las bolsas estaban el sobre el camino vecinal, y fueron reportadas a la policía. Todo cuando a un niño de 10 años, su mamá lo mandó a traer a la tienda un kilo de huevos para darles de almorzar. Al pasar a la tienda el chamaco vio cómo sacaban las partes del muerto. Regresó muy espantado, sacando los ojos, con los pelos parados y paraba la trompa al contar lo que había visto.

De una bolsa sacaron la cholla, luego los brazos, las manos, las piernas, las patas. La señora le preguntó “¿y los huevos?”. “Esos sí no vi dónde quedaron; ahorita vengo, voy por los huevos que me mandaste traer.

Los agentes de las diferentes corporaciones de investigación, se informó, aseguraron el área mientras el servicio del médico forense realizó sus diligencias de rigor, así lo informe el agente del MP que lo anotó en la carpeta investigadora por la muerte del desconocido, porque para saber quién es mandaron traer a un experto en rompecabezas para saber su identidad.

 

LOS TAXISTAS SON CACOMIXTLES

Algunos han encontrado la fórmula de cómo robar, conocen la ciudad a lo largo y ancho, y saben en qué lugares se duermen los uniformados y a qué horas, y les va bien. Pero hay otros que se levantan con la pata izquierda y les va de la patada. Los agarran como ha estos que les voy a platicar.

Después de que robaron una pantalla de un domicilio, pensaron que lo habían hecho muy bien. Nunca se acordaron que hay vecinos vigilantes que se cuidan las espaldas, y al momento que cometen sus fechorías llegan los uniformados y se los llevan a las mazmorras, porque según dicen los altos mandos que ahora sí los gendarmes andarán con el ojo pelón. Lo que les cuento sucedió el viernes de la semana pasada, en plena luz del día, en el fraccionamiento Zona Plateada.

De acuerdo con la formación, se sabe que una llamada anónima despertó a los de seguridad sobre el robo de una casa habitación. Para no regarla el soplón, dio perfectamente los datos del automóvil de alquiler, un Nissan Tsuru, verde y blanco, que también se les llama Metropolitanos, y con lujo de detalle les dio el número de placas.

De tal manera que la policía, muy tranquila, se dio a la tarea de de localizar al taxi hasta que lograron encontrarlo en la misma zona que robó. Al pararlo en seco los elementos de la ley y el orden, uno de ellos se bajó y emprendió la huida a paso veloz. Cuando los uniformados fueron por él a paso redoblado, el taxista por un pelito se les pela.

Dicen que lo agarraron por el Cenhies, y los gendarmes encontraron en el asiento de atrás, una pantalla. Le preguntaron de dónde se la habían robado. Ellos le dijeron que estaban equivocados, que la compraron para adaptarla para el viernes que viene el Papa, y no perder ni un solo detalle de su recorrido. Estaban buscando la forma de colocarla para que los pasajeros no dejen de ver al papa Francisco.

Pero como los policías son brinca para atrás, se los llevaran a la barandilla y los pasaron ante el MP. Mientras que el director de la policía municipal se dedicó junto con su personal, a peinar la zona y buscar el domicilio de donde se la carranciaron. Pero como no ha habido denuncia, no los pueden detener porque dicen que es suya.

 

LOS TRAVESTIS ATACAN A QUIEN PASA POR SU TERRUÑO

Los que tienen la necesidad de pasar por el Trébol de la colonia la Paz, continuamente son asaltados por los puñales vestidos de viejas. Les quitan sus pertenecías, a lo mejor por no tener clientes, porque todos saben que el meterse con ellos son 7 años de salación y pagan con lo mismo. Por eso nadie le atora.

Al que le tocó bailar con la más fea fue a Salvador Pérez, de 22 años, domiciliado en la colonia Santa Julia. Al pasar por esos lugares de perdición, de momento se le acercó una mujer de falda corta, quien traía unos zapatos de tacón muy grande, que las patas se le iban chuecas. Se ofreció a quitarle el frío, se empinó y se subió la falda enseñándole las nalgas.

El muchacho pensó que era una mujer de verdad, y le dijo que para otra vez, porque no llevaba dinero para el motel. Le contestó que no había tos, que abajo del puente tenía un colchón en una casita de madera que habían hecho, que en cuanto saliera su compañera entraban ellos, le iba a cobrar varas.

Se le fue encima abrazándolo, le besaba el cuello, lo trasteaba, le metió la mano en la bolsa y le sacó su celular, y le dio un aventón, que Salvador cayó levantando las patas. Se levantó y cuando Salvador le iba a responder la agresión, un grupo de viejas lo corretearon y mejor se fue, mentándoles la madre.

Horas después su hermano de la víctima recibió una llamada pidiéndole una recompensa para que le entregaran su celular, marca Macintosh, tipo Iphone, que tiene un valor de 10 mil bolas, y le pedían 2 mil pesos. El robo ocurrió a las 10 de la noche, cuando Salvador caminaba por “El Trébol de la Paz” que divide Colosio y Everardo Márquez. Dijo que se le acercaron dos mujeres que traían la falda hasta arriba, enseñando pierna y nalga, y de momento le llamó la atención, y cuando se dio cuenta de quiénes se trataba ya era demasiado tarde. Sacó su teléfono con el fin de llamar al 066, cuando sintió que se lo arrebataron y se echaron a correr.

Encontró a una patrulla y les contó lo que le habían hecho los marimachos. Los uniformados fueron en su busca pero ya no estaban. Cuando llegó a su casa su carnal le dijo lo de la llamada, que le pedían que pagara dos mil chuchos y se lo entregaban. Estaba seguro de que la llamada fue echa desde su celular que le habían tranzado. Dijo que era un caso perdido, que mejor dejaran las cosas como estaban, pero el gusanito de la curiosidad hizo que Salvador marcara a su celular y le contesto el ladrón. Le dijo que estaba dispuesto a darle los 2 mil pesos, y quedaron de verse el jueves pasado en El Trébol.

Se puso de acuerdo con la policía para que en el momento de hacer el intercambio le cayeran como aboneros en quincena. Salvador se presentó en el crucero y le gritó al puñal que le robo su celular, pero no hubo respuesta, porque esos cuates saben muy bien de qué lado masca la iguana, y no se presentó. Los uniformados que se habían regado por varias partes, al no encontrarlos dijeron que alguien les dio el pitazo, y mejor se fueron con él.

 

NO SE DEJÓ ASALTAR, Y POR UN PELITO LO DEJAN TUERTO

Pero lo bueno es que agarraron a los culpables. Todo esto que van a leer sucedió en Ciudad Sahagún Hidalgo. Sergio Hernández Díaz, de 31 años, vecino de la colonia Independencia, denunció que unos desgraciados le dieron una madriza que por un pelito de rana lo dejan como El Pirata Morgan.

Querían que se mochara para las chaves. Les dijo que si les gustaba tomar, que se pusieran a trabajar. Esto bastó para que cuatro malvivientes le dieran una calentadita que lo dejaron todo desmadrado. Lo salvó la campana cuando por el lugar donde le estaban dando duro, pasó una patrulla y pescó a tres que se llaman: Melchor Martínez Altamirano, Miguel Ángel Barbosa Montaño y Alejandro Iván Pacheco Rodríguez, de 21, 20 y 21 años, respectivamente. Están tras las rejas, y los agentes de la Coordinación de Investigación, en lugar de darles para las cervezas, les van a dar tehuacán.

Declaró el golpeado, que como a las 9 y media de la noche del jueves pasado, caminaba acompañado de su amigo Eleuterio Pérez González, por el centro del desarrollo que se encuentra en la calle Pedro de Ponce, cuando de pronto vieron que se les acercaron los cuatro sujetos.

Los notó sospechosos y le dijo a su compañero que era mejor que aceleraran el paso porque los podían asaltar. Pero los vándalos corrieron tras ellos y les dieron alcance. Les dijeron que les dieran para las cervezas. No les dio tiempo de nada porque los rodearon y uno de ellos le metió la mano en la bolsa para sacarle su dinero, y los comenzaron a golpear.

Sergio se escapó y corrió a la oficina para decirles que le estaban dando en la madre a Eleuterio. Salieron todos y al verlos los golpeadores callejeros, corrieron, pero alcanzaron a tres y los entregaron a la policía. Comentó que estuvo perrón cómo los atacaron, sin darles chance de montar en su caballo. Se lo llevó la ambulancia al Seguro Social, donde casi agoniza Eleuterio de la madriza que le dieron, y además está por salírsele un ojo.

 

ESPANTÓ A UN JUBILADO

Rodolfo Pérez Vargas, de 71 años, con domicilio en la colonia Periodistas, sufrió un susto, que le ganó en los pantalones. Dijo al Ministerio Público, que todos los días camina por las mañanas para hacer ejercicio, pues ya le rechinan las rodillas. Salio como a las 7 de la mañana moviendo los brazos y las patas, por la calle Felipe Ángeles.

De pronto se le emparejó un coche Nissan Tsuru, con placas HKA-1388. Lo conducía un tipo como de 30 años, y se veía que iba bien borracho. Le ordenó que no se moviera. Don Rodolfo sintió que se le paró el corazón. Le dijo que le debía 400 mil pesos, y quería que se los pagara ahí mismo o lo desmadraba. El jubilado le dijo que se había equivocado de persona, que él no le debía nada.

Se bajó del coche el borracho y le advirtió que se anduviera con cuidado porque él era policía. Le enseñó una placa y su credencial de agente judicial, que si no le pagaba se lo iba a llevar al bote. Le aventó un golpe. El septuagenario se echó para atrás, dando una maroma al revés, que se pegó en la cabeza. El agresivo sujeto le dio una patada en las nalgas, y le advirtió que le daba una semana para que le pagara, y si no lo iba a matar. Se subió en el coche y se fue. Una vecina le ayudó a levantarse, y le dijo que ese güey está loco, que sí fue policía, pero luego lo corrieron. Así quedan.

gatoseco98@yahoo.com.mx