Morena-Hidalgo, ni con lo ganado cobra forma

Lejos de reagruparse en la conformación real de un partido político, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Hidalgo, vive un momento aún más complicado que en la Primera Ola AMLO; porque una vez más triunfadores por treparse a la Segunda Ola, merced a negociaciones con líderes caciquiles de la entidad, pero también actuar con un pragmatismo a ultranza que los llevó a otorgar primerísimos lugares de sus candidaturas plurinominales a personajes impresentables pero “populares”, su destino resulta cada vez menos claro.

Ganadores de nueva cuenta por la operación electoral en todo el país dirigida por el propio Jefe de la Nación, los morenistas hidalguenses parece que han decidido que su mejor papel es simplemente esperar a que la popularidad de su líder carismático, y no para pocos de plano milagroso, les haga ganar cargos de elección popular sin hacer prácticamente nada.

Intactos los espacios que negoció favorablemente su padre espiritual hoy preso en el penal de El Altiplano, los diputados locales y federales del Grupo Universidad son tal vez la estructura más fuerte de Morena en Hidalgo, porque a los nuevos personajes agregados no se les puede considerar en ese rubro, toda vez que ni pertenecen al partido del Presidente, y mucho menos les interesa pertenecer, al considerarse a sí mismos “estrellas de la política” que por lo mismo no son parte de ningún movimiento político por estar ciertos que ellos solos rebasan estos membretes.

Imposible exigirles lealtad a un partido que tampoco se las tiene, y observa su incursión como un pago por evento del que esperan su actuación como hombres show, que estarán dispuestos a la difamación cotidiana mediante infundios, las bravuconadas en tribuna, calumnias y maledicencias. 

Con el compromiso de un pago jugoso de lograr su objetivo, tendrán a su cargo la tarea de construir el camino de quien resulte ser candidato a gobernador de Hidalgo, y no hay mejor fórmula para lograrlo que poner en marcha el operativo para intentar hundir el actual gobierno.

Sin embargo, es evidente que ninguno de los nuevos hoy diputados locales y federales electos morenistas, algunos en la repetición del cargo y otros de reciente cuño aunque de larguísimo historial en el Revolucionario Institucional, Acción Nacional y Verde Ecologista entre otros, sientan por qué deberán rendir pleitesía y apoyo incondicional a cualquier aspirante a gobernador que no sean ellos mismos. Y ahí es donde la situación se complica y mucho.

Sucede que a nivel estatal Morena se mantiene como un organismo inexistente, y que se ha convertido en simple departamento de Recursos Humanos encargado de dar de alta a nuevos directivos de tan alto nivel, que no tienen por qué rendirle cuentas a nadie de la dirigencia local.

A la par se suma una militancia que se sabe sin voz ni voto, y mucho menos posibilidades de alcanzar una candidatura porque eso queda para las negociaciones de otro nivel, y donde simplemente no tienen cabida. Otro gallo les cantaría si hubieran tenido aunque sea un paso fugaz y mediocre por la artisteada, o bien sus padrinos políticos fueran tan poderosos como para conservar poder en la era de la 4T, con todo y que les persigue un tufo de corrupción y decrepitud. 

Como quiera que sea todo indica que la popularidad de AMLO habrá de dar para rato todavía, y que en el 2022 podría lograr un objetivo central, y es que en Hidalgo por vez primera en toda su historia el Poder Ejecutivo quede en manos de un partido político que no sea el PRI.

Sin embargo, el camino se antoja largo, tortuoso y plagado de traiciones entre los que hoy mismo dan por hecho que la Segunda Ola AMLO no fue en definitiva lo que les hizo ganar sin prácticamente hacer nada, sino su popularidad, su inteligencia, su carisma a toda prueba, su independencia de criterio, todo eso que ahora resulta poseen.

Y en ese simple pero definitivo pecado, la soberbia, es donde pueden cimentar la destrucción del movimiento al que los subieron, pero del que pueden caer en cualquier momento si le colman la paciencia a quien los creó prácticamente de la nada.

Mil gracias, hasta mañana.

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@JavierEPeralta