
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y que mejor que la serie de Netflix sobre Luis Miguel para demostrarlo.
La primera temporada de 13 episodios se convirtió en un cañonazo reactivando la carrera de El sol, catapultando a Diego Boneta al estrellato y confirmando a Oscar Jaeneda como uno de los mejores villanos de todos los tiempos.
Pero al anunciarse la segunda temporada, ya no se contaría con él. y resulta evidente que solamente se hizo con los ojos puestos en la taquilla.
La trama de afortunadamente solo ocho episodios, se centró en problemas familiares e intrigas, tras la muerte de Hugo López (César Bordón).
Asimismo el nivel actoral cayó por los suelos con Boneta sobreactuándose a cada momento.
El mistcast es pavoroso y casi había que ponerle letreros a Pierre David para enterarse de que era Armando Manzanero y que decir del supuesto Frank Sinatra.
Se trató de hacer olas y recibir un impulso publicitario con Michelle Salas y su hija (Macarena Achaga) quejándose de que se invadió su vida privada en la serie y amenazando con denuncias.
Aburrida. mal actuada y con una producción apenas pasable, la segunda temporada de Luis Miguel, se colocó sin embargo en primer lugar en la plataforma.
Y lo que es peor, es que se anuncia que habrá una tercera temporada.