RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

Vote, confirme su confianza en el INE

Durante mucho, muchísimo tiempo, los mexicanos dábamos por descontado que en una elección el respeto al voto era nulo, y que con operativos de nombres tan ocurrentes como “ratón loco”, “carrusel” o “urna embarazada”, los que ya habían decidido quién sería el ganado y quién el derrotado simplemente repartían, de acuerdo a su plan maestro, las cuotas de votos.

Tuvieron que pasar de nueva cuenta muchos, muchísimos años, para que en 1990 surgiera el Instituto Federal Electoral, todavía con el control de la Secretaría de Gobernación, pero que en solo seis años se transformó en un organismo ciudadanizado, hasta que en 1996 se desliga totalmente del Poder Ejecutivo y adquirió absoluta autonomía. Para 2014 se transformó en INE.

Fue una historia que transitó por un camino largo y sinuoso, y que sin duda transformó de manera radical los comicios electorales en un país acostumbrado hasta antes, a las trampas del partido mayoritario y al respeto nulo de su sufragio.

De pronto los ciudadanos descubrieron que con el voto podían poner y quitar a un partido político de la mismísima Presidencia de la República para probar con otro, y con otro si era necesario. Encontraron un nuevo escenario en el que eran los actores principales, y ya no los otros, los que negociaban en lo oscurito la repartición del botín que eran los cargos de elección popular.

El camino fue, como lo hemos señalado, tortuoso, plagado de trampas; pero el resultado fue único: el valor del voto fue recuperado porque se le empezó a respetar de manera absoluta, por la simple y sencilla razón de que esta tarea ya no estaba en manos del gobierno en turno a través de la Secretaría de Gobernación. Por fin se le había quitado de las manos la organización de las elecciones, de tal modo que ya no podía inclinar los resultados a su favor.

Por todo lo anotado el 6 de junio debemos acudir a votar, porque no solo es un deber ciudadano, sino que es la forma más clara de ratificar y confirmar nuestra confianza en un organismo ciudadano como el INE, que lo mismo ha confirmado la victoria de panistas, priístas y morenistas. Hoy mismo las autoridades federales deben su presencia en el cargo de máxima representación del país, a un instituto que no ha declinado en su vocación de ser garante del respeto al sufragio.

Bajo ninguna circunstancia podemos regresar a los tiempos pasados en que la Secretaría de Gobernación jugaba el juego sucio de ser juez y parte de los comicios electorales. Todos sabemos los lamentables resultados de esta situación, y la consecuencia casi inmediata en la eternización de un solo partido político en el poder.

El voto cuenta, tiene un valor fundamental porque determina el futuro de la nación.

Si antes usted no salía a votar porque daba por hecho que la elección sería fraudulenta, hoy sabemos que no es así, que es posible cambiar el rumbo de un país con el simple pero vital cumplimiento de un deber.

Por eso acuda a votar.

Porque merecemos conservar en nuestros manos la forma de gobierno que necesitamos, porque merecemos conservar en nuestras manos la capacidad para corregir errores y mandar a descansar a quienes pierden la cabeza con el poder; porque además tenemos la fórmula del cambio sin una guerra intestina que al final solo encumbra a dementes como sucedió en Nicaragua, donde el antes comandante Ortega hoy es una copia miserable del dictador al que quitó a costa de miles de muertes.

Merecemos lo que hemos ganado en materia de elecciones, de respeto al voto.

Por eso no deje de votar este domingo.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

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