EFE.- Un muecín llama a la oración durante el Ramadán desde la mezquita de Id Qah en Kashgar, la más grande de China. Lo hace sin altavoces, a diferencia de otros lugares islámicos, mientras medio centenar de fieles acuden a rezar al templo, pocos para una ciudad de más de 700,000 habitantes.
La mezquita, construida originalmente en el siglo XV y rodeada de jardines, puede acoger hasta 20,000 personas y es el emblema de Kashgar, una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo y la legendaria capital del sur de Xinjiang, poblado mayoritariamente por la etnia uigur.