- El que fuera el favorito republicano en el arranque de la campaña se hunde en las encuestas aferrado al discurso «serio»
Y además se equivoca… Los titulares en los medios estadounidenses se centraron, no en su discurso, sino en que Bush se equivocó al citar el nombre de una hija de Barack Obama, al recordar una anécdota de una visita del presidente de China a EU Dijo «Malala» -quizá confundido por la conocida activista paquistaní- en lugar de Malia. Así es el juego electoral
El populismo lleva el viento a favor en las primarias republicanas y demócratas -Bernie Sanders acosa a Hillary Clinton por la izquierda, Donald Trump se impone entre los conservadores- y Jeb Bush se confirma como una de sus víctimas. El exgobernador de Florida, hijo y hermano de presidente de EU, arrancó la campaña antes del pasado verano como el gran favorito, el candidato del establishment republicano, la opción sólida para volver a la Casa Blanca. Ahora, solo cuenta con el 4,8% del apoyo a nivel nacional, según la última media de encuestas elaborada por RealClearPolitics.
Los datos sobre las primarias decisivas de Iowa y New Hampshire, a comienzos de febrero y que dictarán el tono de la elección del candidato republicano, no invitan al optimismo: consigue el 4,5% de los apoyos en Iowa y el 8,3% en New Hampshire.
«Tengo que mantener el ánimo», bromeaba el martes en Nueva York, donde discutió temas de política internacional y economía en una conferencia. Pero era inevitable ver un aire de derrota en Bush, que ha adoptado un punto estoico que no parece que vaya ayudarle en las primarias. «Restaurar el liderazgo de EU en el mundo desde una visión del siglo XXI es esencial, y ojalá que haya lugar en la campaña para que esto se discuta de vez en cuando», dijo con humor, y cosechó medio docena de carcajadas.
Bush advertía a los republicanos de Nueva York de la «falta de seriedad» de Trump, “soy el único que se está enfrentando a esto”, dijo en referencia al giro populista de otros candidatos, como Ted Cruz, que crece en las encuestas, y Marco Rubio. «Porque la gente tiene ansiedad sobre su futuro, se aferran al que tiene más personalidad sobre el escenario. Pero en realidad no es un candidato serio. Y le barrerían en las elecciones generales».