¿Y SI MEJOR SE JUEGA SIN EL ÁRBITRO?
En esta elección de diputados federales y locales, además de 15 gubernaturas, entre otros cargos, el papel que juegan las autoridades electorales, el INE para lo federal y en el estado nuestro el IEEH para los cargos locales (18 diputados de mayoría y los 12 plurinominales, así como dos alcaldes el de Ixmiquilpan y el de Acaxochitlán), es fundamental y prácticamente sin posibilidades de llevarse a cabo si faltara esta autoridad.
Son el árbitro del juego electoral y la voz del pueblo para poner orden y finalmente para darle legitimidad a la elección y hacer valer la voluntad ciudadana.
El que sean organismos autónomos y ciudadanizados, les da un valor y peso especial para atender sus indicaciones y hacerlas valer.
Mientras no hay elecciones todo mundo habla maravillas de estos árbitros, porque hablar bien de ellos retrata al que los elogia como demócratas y buenos políticos.
El problema empieza cuando el INE O EL IEEH afectan los planes y proyectos de los partidos o del poder, porque entonces se convierten en instituciones que no sirven, porque obedecen la voz de algún amo.
Es lo que le pasa al INE, que por hacer valer la ley ha sido descalificado desde el poder con sugerencias absurdas de desaparecerlo, o bien de quitar consejeros que desde el punto de vista de los dolidos no actúan como ellos quisieran.
Lo que sorprende es que la inconformidad y la condena viene según se ve, por la decisión que tomó este organismo electoral de quitarle la candidatura a un sujeto como FÉLIX SALGADO MACEDONIO porque está acusado de delitos de violencia sexual y por bajar de las candidaturas a personas que no lo podían ser por violentar las leyes y por evitar sobre representaciones en el Congreso.
Se rasgan las vestiduras y dan gritos porque dicen que esto atenta contra sus derechos.
Y en el IEEH que preside GUILLERMINA VÁZQUEZ BENÍTEZ, bastó que frenará un asalto a la ley electoral por la propuesta de candidatos plurinominales a personas que todo indica no son minusválidos y esos lugares son para personas realmente discapacitadas, para que se levantaran voces en contra de esta decisión, porque se alega que los que ellos propusieron sí son discapacitadas, aunque haya razones de peso que digan lo contrario.
Se pide a gritos que se haga la voluntad de Dios, pero en los bueyes del compadre.
El INE Y EL IEEH no deben dar un paso atrás y hacer valer la ley, porque es su obligación.
De lo contrario que el juego electoral sea sin árbitro y que trague más pinole el que tenga más saliva.
Así era en tiempo de las cavernas, en que el más fuerte y no el más inteligente o sabio, era el que mandaba porque nadie como él para manejar la quijada de burro y mandar al otro barrio a sus enemigos.
Visto así el asunto de nada sirven las leyes, el INE O EL IEHH y que cada quien haga lo que quiera.
