FOTOREPORTAJE | Viacrucis de Las Lajas

FOTOREPORTAJE | Viacrucis de Las Lajas
Photo Credit To Karina Martínez Reséndiz

Fotos: Karina Martínez Reséndiz
Texto: Karina Martínez Reséndiz y Aylin Simón Fuentes

Derivado de la pandemia de la Covid-19, el Viacrucis de Las Lajas se hizo de forma distinta.

Al igual que el año pasado, el recorrido iniciado desde el Barrio de Las Lajas y finalizado en el Cerro del Lobo, se realizó sólo por los organizadores y participantes de la representación, para evitar la aglomeración de personas y la propagación del virus.

Este año, el papel de Jesús recayó en Noé Ramos, un joven quien se turnó con otras personas para cargar la cruz; a pesar del reducido número de espectadores, las personas se comportaron de una manera solemne y cumplieron con una tradición que tiene ya 41 años en su haber.

El recorrido inició alrededor de las once de la mañana.
En esta ocasión la cargada de la cruz se turnó entre varios de los y las participantes para darle “una re-significación al concepto de comunidad”.
La corona de espinas es uno de los elementos que le es colocado a Cristo.
Durante algunas de las caídas de Cristo, los representantes hacían oración con “El Padre Nuestro”.
El recorrido es pesado, no sólo por la madera de la cruz, si no también porque el lugar elegido tiene tramos donde es difícil transitar.
El Viacrucis de Las Lajas tiene su origen en 1981.
 Una mujer sostiene la corona de espinas mientras el personaje de Cristo sufre por los latigazos recibidos.
Las tres cruces, la de Jesús y las de los dos ladrones, se colocaron en la cima del cerro. A la de Cristo, se le acomodó el manto del mismo.

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