Discurso sobre el estado de la Unión
- El presidente llama en el discurso a superar la política del miedo y pide una política más civilizada
El discurso fue, en parte, un manifiesto anti-Trump, erigido en incómoda figura señera del Partido Republicano, y en parte un programa para el Partido Demócrata: para la exsenadora Hillary Clinton o su rival el senador Bernie Sanders, candidatos a la nominación.
Con un pie en la Casa Blanca y otro ya en la historia, el demócrata Barack Obama reivindicó el martes la fortaleza de EU ante la retórica apocalíptica del Partido Republicano y la inquietud de amplios sectores del país con la economía, las élites del país y la rapidez de los cambios demográficos y sociales. En su último discurso sobre el estado de la Unión, Obama pidió superar la política del miedo que encarna el aspirante republicano, Donald Trump. Y señaló como una de las cuentas pendientes de su presidencia la necesidad de inyectar civilidad en un discurso público agrio y crispado.
Obama no habló explícitamente de Donald Trump, el magnate y showman neoyorquino que, con una retórica agresiva contra inmigrantes latinos y musulmanes, lidera desde el verano los sondeos para la nominación republicana a las elecciones presidenciales de noviembre. No citó a Trump, ni a ninguno de los otros republicanos que han hecho del miedo -a un atentado, a los inmigrantes, al cataclismo económico, o simplemente a una decadencia inexorable de la superpotencia- un argumento de campaña. Pero Trump y otros republicanos estaban en la mente de toda la audiencia.
Había un aire de despedida en el Capitolio: Obama, salvo que pronuncie un discurso imprevisto este año, no volverá a dirigirse a las cámaras del Congreso. Pero no había nostalgia. En algunos momentos sus palabras sonaban a discurso inaugural de la campaña electoral para sucederle: raramente la mayoría republicana le aplaudió.