
EFE.- Nueva York cerró el telón el 13 de marzo del año pasado para protegerse de la covid-19 y se convirtió en una ciudad fantasma que ahora, con la esperanza de los primeros rayos de la vacuna, sueña con recuperar su brillo y volver a triunfar sobre los escenarios.
“Nosotros seguimos adelante, tratando de recuperar el tiempo perdido”, asegura el director del teatro hispano Thalía, Ángel Gil Orrios, que el próximo 2 de abril reabrirá al 33 por ciento su sala de 100 butacas después de que las autoridades hayan permitido el retorno de las actuaciones en directo como parte de una reapertura.