
SALMO HUAPANGO
Señor de la sierra y del valle,
de la Huasteca y la sierra alta
del alfa de nuestra vida,
en Huapalcalco cuna de sueños
de los profetas hechos Atlantes,
de nuestras minas
donde los duendes juegan de noche
con oro y plata,
y en el Bordo suena un salterio,
un llanto negro por los mineros
que un día se fueron con muro ciego
puesto en la puerta por manos necias.
Hoy yo te canto son de huapango.
Salmo de trigo y calles de piedra,
en Real del Monte rezo corales
de monjes roca tierra de Actopan,
Señor del tiempo y de las estrellas
mira a tu pueblo que llora y gime,
cómo la angustia y el miedo duelen,
las madres lloran al hijo ido,
manos que marchan sin bendiciones
vacíos en casas ya sin retorno,
y como entonces con voz de siglos
ordena al tiempo que se detenga,
que los caídos tomen sus horas
y se levanten de las cenizas.
Que nuestras calles suenen a risas
de los pequeños que quieres tanto,
que las campanas mudas de miedo
repiquen locas al verse libres,
y nuevamente como era siempre
los carnavales de nuestra tierra,
los cielos limpios de la montaña,
Tenangos todos llenos de luces,
de mariposas hechas de viento,
sueños de bosques llenos de pinos,
Peña del cobre infinito enfrente,
y suena el canto del agua eterna
el prisma erguido de allá de Huasca,
y con timbales y teponaxtlis
canto mi salmo casi huapango
en San Felipe y en Huazalingo…
Es hora buena de alzar las manos,
mover la luna de sus caminos,
cantar a gritos por horas nuevas
llenas de gozo de danzas verdes,
y ver que viene por el camino
el dueño siempre del universo,
y todos juntos con voz de siglos
pongamos fieles justo en sus manos
lo que hemos sido y lo que seremos,
señor del tiempo y de nuestras vidas
en salmo hecho ya un pan de trigo
el pan de prisa, Pascua y camino
desierto largo con sol de fuego,
manos que sangran y pies que lloran
en el camino de arenas ciegas,
justo al final de nuestra senda
su voz que tiene sabor de tiempo;
“Soy el camino y yo soy la vida”
la marcha es lenta, el camino acaba
cesan los cantos, la vida empieza…