ALFIL NEGRO

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SENTIDO COMÚN 

El actuar con sentido común, no es otra cosa que actuar o decidir de manera razonable, de tal manera que no por razones o intereses particulares o de grupo se decidan cosas que llegan a lo absurdo por ser casi irracionales.

Debemos suponer que actuar con sentido común, no debe ser tan difícil porque es finalmente expresión de nuestra capacidad de razonar bastando esto para actuar bien.

Sin embargo el sentido común se ha convertido en algo raro, porque se dan cosas que no se entienden.

Tomemos el caso de las vacunas.

Se supone por sentido común, que deben aplicarse en los lugares donde el virus está afectando y dejando más contagiados y fallecidos, para cortar la pandemia y evitar que estos lugares se conviertan en focos de contagios y fallecimientos, con todas sus consecuencias de afectar la capacidad hospitalaria y  daños que conlleva esta situación.

No se necesita ser un genio para decidir esto. Pues, ¿qué cree usted?

Que no. Que la vacunas se aplican con el criterio de primero los marginados, aunque allí no haya situaciones extremas de esta enfermedad, con más criterio clientelar y político que de salud, porque el Covid no hace distingos entre clases sociales o cuentas bancarias, porque es una pandemia de salud, no de otra cosa.

Por fortuna en nuestro estado se logró que se equilibren las cosas y se atienda con equidad la vacunación en igualdad de atención a zonas urbanas y rurales.

Estamos en tiempo electoral en que los partidista buscan ganar el Congreso local y federal.

Lo menos que se puede esperar, es que por sentido común los partidos privilegien la unidad para ganar y la organización.

Eso se supone, pero en la realidad es una pelea de perros y gatos en que la ambición del poder les lleva a olvidar lo básico y se inician ya las guerras sucias, en que se dan con todo, y se forman grupos dentro de los partidos con la obvia división que los llevará a la derrota como dice la experiencia, y en cuanto a organización bastará ver el caso de Morena que lleva dos años sin cabeza, porque no han sido capaces de elegir nueva dirigencia.

El sentido común brilla por su ausencia.

Lo que manda es la ambición, la búsqueda del poder, la ganancia política como lo ha demostrado hasta la saciedad el Grupo Universidad y sus diputados, que son un muestrario de falta de sentido común, privilegiando el agandalle, el abuso y la prepotencia, antes que los intereses ciudadanos, y eso que se auto calificaron como “los pensantes”. 

Lo peor viene cuando se pierde en política. Se supone que debe ser motivo de autocrítica para poder levantarse y no sucede así, porque lo que se hace es culpar a alguien y no aceptar que se perdió.

¿Sentido común?… ¡Sí, cómo no!

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