¡Que no somos iguales, dice la gente!
Todo aquel que piense que la vida es desigual, tiene que saber que no es así, que la vida es una hermosura. Algunos navegan en barco, otros en yate, algunos en lancha y los demás, nadando; pero finalmente, todos estamos en el mismo mar. Si usted no ve las cosas así, probablemente sea un resentidazo social, uno de esos a los que: “ningún chile les embona”, aquellos que no ven lo positivo de las cosas o las circunstancias, que no aplican lo que dicen en mi tierra, “si Dios te da limones, pues cómprate una chelita y prepárate una michelada”.
Cuando los pepenadores de Actopan se quejaron de que habían perdido sus fuentes de ingresos, no entendieron el mensaje, se está cumpliendo una premisa de la 4T, sacarlos de las condiciones inhumanas en las que laboran. Sin embargo, como sucede en estos casos, todo es quejarse y culpar al gobierno de sus desgracias, cuando deberían estar agradecidos, que ya no vivirán más en la mugre y en la basura.
Y es que la costumbre es más fuerte que el amor y que todas las cosas, por eso no han podido ver el lado positivo. Como decíamos al principio, el hecho de que todos estemos en este mismo mar llamado vida, no significa que todos naveguemos en las mismas condiciones, algunos andan hasta en piragua o de plano nadando ya sea en estilo pecho, mariposa o de muertito. Tenemos que entender que aunque todos seamos iguales ante la ley o que nuestro voto valga lo mismo, es el código postal lo que define cómo nos va a ir en la vida o por lo menos nos da un norte con quién estamos tratando, porque no es lo mismo vivir en Lomas de Lomas, que lomas de lo más jodido.
Si contextualizamos esta analogía, entonces probablemente entendamos, que no es que sean un gremio desdeñado, segregado y marginado de las políticas públicas, sino que probablemente, es el código postal lo que esté definiendo su futuro, pero es algo que obvio no les dicen y lo más fácil para ellos, es acusar a la administración en turno de privatizar la separación de la basura y que a ellos solo les lleguen las cáscaras de los plátanos y todo lo que ya no se puede vender.
Es evidente que son las diferencias y si usted aún no supera que el origen se nota y define el futuro, entonces no ha entendido nada. Por ejemplo: los del PT en Ixmiquilpan, inconformes por la definición de su candidata a presidenta municipal, donde la decisión corrió a cargo de unos cuantos, bueno, de dos, “¡ya Charrez quién”, lo cual generó odio jarocho contra los hermanos, que eligieron quién encabezará la coalición, Juntos Hagamos Historia en la elección extraordinaria, tampoco han aprendido que los partidos son como la tierra, es de quien la trabaja.
Así es la política, un albur, mientras a unos se les va riendo, a otros se les va llorando, quejarse es no entender las reglas del juego, porque el que se mueve no sale en la foto. Aunque estos detalles, se ponen de a pechito para que la elección extraordinaria no la gane el PT y no porque los de enfrente estén mejor, sino porque no entendieron, que hay un rechazo generalizado a todo lo que huela a Charrez y a estas prácticas que justamente son las que los llevaron al declive y casi, casi a indigentes políticos.
En corto:
•Un conflicto interno en El Olivo, comunidad de Ixmiquilpan, es alentada por el grupo político del ex candidato, Vicente Charrez, según denuncia un sector del poblado. Este pleito, escaló al nivel de sepultar una persona en un predio ajeno al panteón, se vislumbra, que el conflicto escale y no se resuelva por la vía de la conciliación.
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