No odie, nadie lo merece, mucho menos usted

Es deplorable lo que se vive en el país porque el odio al prójimo no conduce a ninguna parte. Mucho menos las peleas incluso familiares, porque unos idolatran al ídolo político en turno, y otros lo detestan. De pronto o se está con el semiDios de cada sexenio, o luego entonces la transformación inmediata lo deja a usted como enemigo del pueblo igual que en la obra de teatro de Ibsen.

Estoy seguro que ningún líder en su pleno juicio puede fomentar a propósito la división del pueblo que se supone debe guiar, pero siempre bajo los designios de la unidad, la búsqueda de coincidencias para buscar llegar a buen puerto.

No es nada nuevo lo que sucede hoy en día, a lo mejor nunca observado en las pasiones que desata el inquilino de Palacio Nacional, pero tampoco debemos adjudicarle la creación de este Estado de Sitio Mental que hoy viven los mexicanos. Había sucedido mucho antes cuando la oposición, que por supuesto eran los de ideología de izquierda, despertaban la absoluta irritación de los que en ese entonces tenían el poder en sus manos.

Hoy la oposición que se enfrenta a la Oposición Institucionalizada (suena bien para el organismo político que pudiera sustituir a Morena: Partido de la Oposición Institucionalizada), también ha decidido que esos que todo ven mal en su gobierno de plano no merecen ni que los vean, ni que los escuchen, y en una de esas podrían recibir la reprimenda merecida por no ser amigos.

De alguna manera sin embargo tendrá que redirigirse el navío, porque ningún pueblo está dividido para que una mitad tunda a la otra, y luego la otra a la primera, y así hasta el infinito, puede llegar a ninguna parte.

Este juego de la creación de los odios no tiene un solo origen, porque mal haríamos en creer como dogma de fe, la historia de que es el Presidente el único interesado en fomentar esta situación. No es cierto, nunca lo ha sido tampoco en otros tiempos.

Todos han contribuido, hemos contribuido a que esta llamada polarización en los ambientes intelectuales, haya crecido a un nivel terrible. Porque resulta que todos tenemos la razón, y por supuesto que no es así.

Haga lo posible porque la espiral de violencia no crezca más. Por principio de cuentas evite entrar a los “Foros” de los periódicos impresos y digitales, donde se dan cita un grupo de descerebrados pagados por ambos bandos, para a toda costa imponer la supuesta realidad de que no hay ni habrá reconciliación en el México de hoy, que el odio a los otros es el único camino.

Algún tiempo graciosos, estos foros son una calamidad.

Y por favor, no crea, no acepte que porque alguien no piensa como usted, luego entonces debe batirse en duelo al amanecer con esa persona. Evítese la pena de tener que correr al último momento, porque nadie en su juicio puede sacrificar su vida por una causa sin causa.

Aún es tiempo.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta