LAGUNA DE VOCES

Volver a tener memoria

Hoy ha sido un día diferente. Todos los presagios de la pandemia se cumplieron. Fue mucho peor de lo que llegamos a pensar y muy pocas familias se salvaron de perder a uno de sus integrantes, así que el luto empezó a sentirse pasados dos años de la tragedia, porque el miedo impidió sentir el dolor, y solo el recuerdo desbordó el dolor. De todos modos, llorar se ha convertido en una forma de expiar que el llanto solo pudiera llegar pasados tantos meses.

Alguien tendrá que explicar a los difuntos que pasaran meses y meses sin que nadie se acordara de ellos, es decir que se cumpliera con los rosarios, el levantamiento de la cruz y que la casa se inundara de olor a flores, esas que siempre se llevan en asuntos de muertitos.

No hay duda que todas las pesadillas fueron superadas por esta enfermedad que azotó al país con más violencia que a otros del mundo, que la vacuna tardó tanto en llegar y ser puesta, que al final de cuentas ya no tenía ningún sentido porque la muerte se quedó sin materia prima, sin familias que dejar mochas. 

Por eso el día es diferente. Los que murieron parece que debían cumplir con la cuota de dolor en asuntos de pandemia. Así de simple y seguramente en unos años alguien tendrá que explicar y detallar que el gasto en la compra de vacunas fue inútil porque sucede que simplemente cumplida la cuota de difuntos ya no hay nada que agregar.

Los que se salvaron no festejan porque no hay nada qué festejar. Esta pandemia resultó un golpe cruel y malévolo contra la voluntad que tenemos los seres humanos de levantarnos, alzar la cara, mirar el horizonte y seguir. No se ha podido, algunos creen que ya nunca se podrá.

Además, se ha traducido en una rotunda desconfianza contra los que mandan, los que gobiernan. Ya no hay capacidad para creer nada y eso es lamentable. Porque tal vez sea mucho el tiempo que se consuma para volver a la senda de la naturaleza humana que es creer, que es mentir, que es creer pese a todo.

De todos modos, amaneció.

Un principio bueno será aprender a recordar a nuestros muertos, rendirles sus rosarios, levantar su cruz, extrañarlos, aunque muchos ya no pudieron verlos nunca.

Será una tarea descomunal.

Pero necesaria. 

Volver a empezar es ante todo volver a tener memoria.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

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