Home Un Infierno Bonito LES SALIÓ EL TIRO POR LA CULATA

LES SALIÓ EL TIRO POR LA CULATA

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Les falló el plan a los paqueros porque les cayó el chahuistle, se los llevaron a las mazmorras donde el agente del MP les dio su abrazo de año nuevo.

 

Con todas las ganas del mundo se quedó una pareja de paqueros el día de ayer en Tulancingo, Hidalgo, según se dice en nuestras tradiciones y creencias para que a la mujer le vaya bien en todo lo que haga, la noche del año nuevo debería usar calzones amarillos, pero creo que ese día ni llevaba de ningún color.

También el hombre, para que todo le salga como quiere, debe de traer un Pájaro chupamirto, pero tampoco llevaba o estaba durmiendo, la bronca es que a los dos se los enchufaron los uniformados, la vieja era la que llevaba recortes de papel periódico.

La vieja traía un uniforme de los que usan las mujeres policías, tenía planeada que después del robo se iba a uniformar para no ser reconocida, al ver que les cayeron en la movida, el hombre la dejó morir sola y se peló, pero ya lo tienen identificado y el día menos pensado les van a car como aboneros en quincena, lo tienen apuntado.

El comandante “chupacabras” dio a conocer que alrededor del mediodía, unas personas pidieron ayuda a un gendarme que estaba afuera del Bancomer. Le contaron que al salir del banco Scotiank descubrieron a una pareja, hombre y mujer, estaban platicando.

A los uniformados les explicaron cómo iban vestidos y su media afiliación, que el hombre de perfil parecía chango. Llegaron otros uniformados y le pasaron la onda y salieron por distintos rumbos a buscarlos a los dos defraudadores.

No pasó mucho tiempo, y cerca del árbol de Navidad que pusieron el jardín Floresta detectaron a la mujer que al esculcarla, traía 700 pesos y 32 dólares y recortes de periódico, la mujer dijo llamarse Raquel Álvarez Ángeles, de 58 años de edad, vecina de la calle de Talpa 3000, en la colonia Felipe de Jesús de la Delegación Gustavo A. Madero.

Al ver que ya tenía el agua hasta el cuello, dijo que junto con un hombre pensaban dar el pacazo a una clienta que salió del banco. El otro estafador al ver que ya estaba la vieja en las garras de los Tecolotes, se echó a correr escabulléndose entre la gente, y ya no lo agarraron.

La frustrada parquera fue llevada a la barandilla para sacarle la sopa, al ver que llevaba un uniforme de mujer policía, le dijeron qué Pez, les dijo que se lo encontró, es nada más el pantalón, la pasaron con los agentes investigadores y se quedó a disposición de la Procuraduría de Justicia. Esperan que vayan a identificarla y levanten su acta, una de las señoras que fue de chismosa, dijo que eso estaba perrón porque en el periódico les tapan la cara, como a esta que le pusieron una tira negra y no se le ve la jeta.

 

ARRANCARON UN CAJERO

Para los ladrones no hay nada imposible, llegaron muy misteriosos a la comandancia de policía de Tolcayuca, Hidalgo, a los policías que estaban les mentaron la madre, cuando iban a detenerlos les llovieron los madrazos, que ni tiempo les dieron agarrar las carabinas.

Mientras otros delincuentes, a unos metros de distancia, con gruesas reatas y cadenas amarraron un cajero automático y jalándolo con una camioneta de doble rodada, lo arrancaron de cuajo y se lo llevaron, como pudieron los uniformados se desataron y llamaron a sus superiores, ya era de madrugada, y todos estaban durmiendo.

Esto ocurrió el miércoles a las dos de la mañana, en la cabecera del municipio de Tolcayuca, el monto de lo robado todavía no se cuantifica por el personal del banco Santander, el día de ayer como a las 7 de la noche, debido a que a esa hora pusieron su denuncia ante el MP.

De acuerdo con los datos proporcionados por la policía municipal, se sabe que un grupo de sujetos bien armados, viajaban en 4 vehículos, se estacionaron frente a la presidencia municipal, un grupo se fue hacia las oficinas de la policía municipal y otros hacia el cajero, a unos metros de donde estaba uno a otro.

Se dice que hubo balazos pero la versión no fue confirmada, ninguno de los uniformados que fueron golpeados, ameritaban hospitalización, solo les dejaron unos ojos morado y el hocico chueco, sufrieron el susto, mientras fueron sometidos porque les decían que los iban a matar.

Más información no quisieron dar, solo que iban armados, en camionetas, y los agarraron dormidos, algunos de los gendarmes no se dieron cuenta porque tienen el sueño muy pesado.

 

LE IBAN A PARTIR LA MADRE

Lo culpan que se echó dos al hilo, aunque dice su esposa que no puede ser porque desde los años que llevan de casados nunca ha podido echarse dos.

Les voy a dar los antecedentes del caso, a finales del mes de marzo del 2015, en la comunidad de Ecatepec, se armó una lucha campal, todos contra todos, que se dieron hasta debajo de la lengua.

La pelea comenzó en el bar “El 27” y terminó en el centro del municipio, en la vía pública, el sábado fue de dos hermanos, Ricardo y Víctor Manuel, que murieron de tanto madrazo que les dieron. Eso ocasionó el movimiento de decenas de parientes que buscaron al culpable, por cielo mar y tierra, ellos ya tenían su plan de encontrarlos y tomar la justicia con su propia mano.

Pasaron los días, semanas, meses, y a pesar de que habían peinado toda la zona y buscado hasta debajo de las piedras, nunca abortaron la misión de encontrarlo y esperaron el día ultimo del año, sabían que tenía que regresar a darles el abrazo a sus familiares, y de seguro estaría en su casa, ya tenían a un testigo protegido, que les aseguró que lo vio entrar a su casa.

Se juntaron una veintena de hombres de pelo en pecho, y decían que no se tentarían el corazón de hacerlo caca, se armaron con todo lo que encontraron y en camionetas, llegaron a su domicilio. Rodearon la casa y se pusieron francotiradores en las esquinas y las azoteas, porque ese canijo no vería de qué lado entra el año nuevo.

Esperaban la orden de tumbar la puerta y entrar por el, pero el informante se equivocó y el asesino no estaba en su casa. De acuerdo de los primeros datos de la policía, del sábado 31 de diciembre, poco después de las 6 de la tarde, se encendieron las alarmas en la Dirección de Seguridad Pública Municipal del municipio de Francisco I. Madero.

Se les informó que un gran grupo de personas se encontraban en un domicilio particular, en la calle de Amado Nervio en Ecatepec, todo indicaba que las personas eran los deudos de Luis Alberto Ricardo y Víctor Manuel Ricardo Pérez, que se los habían echado al plato en una riña en pleno centro del municipio.

Los deudos intentaban entrar a la casa y de una vez darle en la madre a toda la familia porque sabían que ahí estaba el presunto responsable de los homicidios, y no quitaban el dedo del renglón de sacarlo y matarlo entre todos, pero su intención se le cebó porque llegaron varias camionetas patrullas de los uniformados, que iban armados hasta los dientes, al mando del comandante “Pistolas”.

Los pobladores tenían la intención de hacer justicia con su propia mano porque la policía nunca agarra a los asesinos, los oficiales comenzaron un diálogo con las personas, a las que se sumó el comandante “Moja esta arma”. Mientras se realizaba el diálogo de convencimiento y mantener la calma para que no se les fueran a salir de huacal, los agentes investigadores se dedicaron a investigar el sitio.

Fue el momento que se conocía que no estaba el acusado en su casa, y les prometieron que los agentes ya le andan pisando los talones y les prometen por las investigaciones que hicieron, que el culpable iba a regresar a partir la Rosca de Reyes y en esos momentos, antes de que le toque el muñeco, le echarán el guante y se lo llevan al bote.

 

ESTÁN EN BRONCAS LOS AGENTES

Por un perro los investigadores están en pleito. Pero vamos a ver qué es lo que verdaderamente sucedió. Un mecánico al que le achacaban que se robó un perro, fue golpeado por el dueño del animal y amenazado por los agentes de investigación, especializado en el combate al secuestro.

Los hechos sucedieron en pleno jardín Floresta en Tulancingo, Hidalgo, y tanto la víctima como los responsables fueron a parar a la barandilla al ser arrestado por los uniformados.

Oswaldo Cortés Santillán, de 21 años de edad, vecino de Jaltepec denunció penalmente, por amenazas, lesiones y abuso de autoridad, a Arturo Álvarez de la Garza y a Carlos Pérez Villalba. Explicó que el 27 de diciembre llegó al centro de la ciudad con el fin de vender un perro, pero después llegaron, muy nalgas, los acusados, en forma amenazante, Arturo le reclamó por el robo de un perro y luego Carlos, que dijo que era agente investigador especializado en el combate al secuestro, le repitió muchas veces, como disco rayado, que el era comisionado en Pachuca. Lo amenazó diciéndole que no se la iba acabar. De las palabras pasaron a los hechos, y se soltaron los madrazos, no faltó quien les avisara a los uniformados municipales, y se llevaron al bote a los tres.

En el camino a la barandilla, el supuesto policía experto en secuestros, volvió amenazar al mecánico y le dijo que eso no se iba a quedar así, el agraviado les explicó que Itzel Ramírez lo acompañaba cuando acontecieron los hechos, y la presentará como testigo. Indicó que el era el dueño del perro robado, puede ser localizado en Tulancingo, frente al salón La Roca, en una escuela de adiestramiento canino, el perro sabe muchas cosas, escribe, con ladridos sabe contar del uno al cien, lo que pasa es que no sabe hablar.