
EFE.- La detención, ayer, de una importante figura del cine francés y las acusaciones contra otros famosos muestran cómo el libro “La familia grande” ha roto en un mes la ley del silencio que imperaba en Francia sobre los abusos sexuales a menores.
El productor Dominique Boutonnat, responsable de éxitos como “Intouchables” (“Intocable”) y actual presidente del Centro Nacional Cinematográfico, fue arrestado tras haber sido acusado por su ahijado de agresión sexual y tentativa de violación.
Pero su caso es solo uno más de los que han salpicado a Francia desde que la jurista Camille Kouchner reveló en “La familia grande” que su padrastro, el reconocido politólogo Olivier Duhamel, abusó de su hermano mellizo cuando éste tenía 14 años.
Duhamel, eurodiputado socialista entre 1997 y 2004, de 70 años, dimitió tras el escándalo como profesor y presidente de la Fundación que dirige el famoso Instituto de Estudios Políticos francés Sciences Po, y está ya bajo investigación por violación y agresión sexual a un menor.
Dos personas más cayeron con él: el filósofo Alain Finkielkraut, despedido de la cadena LCI por haberse preguntado en antena si pudo haber consentimiento, y el director de Sciences Po, Frédéric Mion, que el martes renunció a su cargo después de que se le reprochara no actuar pese a haber estado al tanto del presunto abuso.
Esa escuela superior estaba ya bajo los focos desde hace semanas con una campaña digital que agrupó las quejas en la etiqueta #SciencesPorcs (Ciencias Cerdos), con la que sus estudiantes acusaban a la dirección de haber silenciado violaciones en sus centros y de haber protegido a sus autores, procedentes de familias destacadas.
DENUNCIA GLOBAL EN LAS REDES
No ha sido la única etiqueta que ha englobado la rabia: #MeTooInceste (#MeTooIncesto) se hizo viral a mediados de enero con casos de otras víctimas abusadas en sus familias, y #MeTooGay hizo visibles las violaciones a homosexuales.