
Ciudad de paso
El festival En busca de un futuro organizado por la Filmoteca de la UNAM llegó a su fin con el documental titulado Tijuaneados anónimos de José Luis Figueroa y Ana Paola Rodríguez.
Realizado en el 2009 es una declaración de amor-odio hacia Tijuana. Los entrevistados forman parte de una asociación civil que tratan de mejorar las cosas en esa ciudad, que es vista como un lugar de paso y que por ello no recibe la atención y el cuidado que se
merece por parte de sus habitantes.
El término tijuaneado se aplica a composturas temporales que se hacen a los autos, a los que se les colocan cartones en las ventanas rotas, o bolsas de plástico en las calaveras.
De ahí se prolonga a todos los aspectos sociales de la ciudad, lo que la hacen un lugar feo y sin mucho atractivo.
La violencia cobra su cuota y las calles lucen desiertas a las primeras horas de la noche, aunque existe una Tijuana nocturna bastante activa.
Hay mujeres que se dedican a recoger a los perros callejeros para tratar de darles un hogar, o los tijuaneados que sostienen que la única manera de que las cosas mejoren es empezando por mejorar ellos mismos.
Fue el primer largometraje de Figueroa y de Ana Paola Rodríguez, quienes no pueden ocultar la fascinación y el cariño que tienen por una ciudad a la que la mayoría no considera su hogar, sino solo un lugar de paso para ir a Estados Unidos, y que por ello no hacen mucho por mejorarla.
Fue un digno colofón para En busca de un futuro, el primer festival del año, que juntó interesantes materiales sobre la migración y el exilio, que eran poco conocidos.