ALFIL NEGRO

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ASÍ, NO SE PUEDE

Estamos en Hidalgo en los días más difíciles de la pandemia, con más de 26 mil contagiados en total y más de 4288 fallecidos, los hospitales en muchos casos llenos de pacientes y escasez  de medicamentos que enredan más este problema, si acaso con la posibilidad de tener vacunas en el estado, en un trabajo de obtenerlas, en el que junto al gobernador se suma casi todo el gabinete, y la exigencia permanente y urgente de que la ciudadana sea la  respuesta más fuerte contra este virus atendiendo las medidas que todos conocemos.

Por desgracia, el virus se ha posicionado de manera tan brutal, que ya no es asunto del que no tengamos noticias, porque aquí en Hidalgo, en nuestro municipio, entre nuestros conocidos y en la familia, muchos ya sabemos lo que es y lo difícil que se dan las cosas.

Para la mayoría, no hace falta que se les diga que es una enfermedad que lastima y quita la vida, porque ya lo sabemos, y en muchos casos se ha sufrido en carne propia.

Se podría pensar que ni falta hace que la autoridad haga llamados a quedarse en casa cuando se puede, a usar gel, cubrebocas, lavarse las manos y guardar la sana distancia, porque lo único que hace falta es sentido común para actuar correctamente.

Pues ¿qué cree usted? Que no, que hay muchas personas a las que les vale lo de la pandemia y se inconforman contra las medidas, consideran que no son justas y protestan exigiendo apertura de sus negocios con un lema que suena bien pero donde se anteponen  las ganancias económicas sobre la vida misma, y afirman que: “abrimos o morimos”, lo cual es igual a “déjennos abrir nuestros negocios sino moriremos”. La verdad es que es una afirmación que no es válida, porque no puede haber en este momento un valor superior a salvar la vida.

Pero digamos que tienen un argumento, que se debe interpretar como la urgencia de  mantener activo su modo  de vida frenado por la pandemia.

Y como esta postura la de otros grupos que exigen lo mismo, actuar como si no hubiera pandemia, aunque eso sí se comprometen a tener todas las medidas anti contagios.

Desde luego están en su derecho de pelear por sus negocios, pero en una sociedad contagiada y enferma, lo más seguro es que la clientela brille por su ausencia, quedando en claro que en esta hora lo urgente es frenar los contagios y salvar la vida.

El colmo es de aquellos irresponsables, que piensan que a ellos no les pasa nada y se atreven a hechos lamentables y reprobables, como los de un bar en Plaza Del Valle, que tramposos, tenían una puerta disfraz como puerta de refrigerador para pasar a un local, donde se les servía alcohol y como es lógico, sin medidas de protección.

Tanto el dueño como los clientes mostraron muy poca responsabilidad, porque muchos de ellos pudieron contagiarse y llevar el virus a su casa.

Y con toda seguridad, cuando estén enfermos, serán de los que exigen atención en los hospitales públicos y se quejarán de que no se les atiende como se merecen.

Y así… no se puede.

Y no hay de otra, o jalamos todos parejos o pagaremos las consecuencias.

Pero ¿cómo ve usted a esos del bar?. ¿Verdad que no se vale?