TODO REINO DIVIDIDO PERECERÁ
Dice el libro sagrado que “todo reino dividido contra sí mismo perecerá y que toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá”, porque añade esta palabra de hace más de dos mil años, que un reino dividido acabará por destruirse, que en sentido contrario es señalar que la unidad y la solidaridad son las claves para poder mantenerse como una sociedad, como un pueblo, o una nación con proyecto de camino y guía adecuada.
Ayer tomó posesión el nuevo presidente de los Estados Unidos, y es de llamar la atención que su discurso como nuevo mandatario haya señalado estos conceptos como causa y base para ser una nación fuerte, si se atiende la responsabilidad de mantener la unidad como fuerza del cambio, y la solidaridad y el destierro de confrontaciones y enfrentamientos, que han sido para ese país la causa de hechos como la toma del Capitolio, que finalmente fue un golpe a la democracia y expresión sin duda de una nación dividida y enfrentada.
Lo dicho por Biden todo mundo lo entendió como un reclamo al ex mandatario Trump que provocó la radicalización por su forma de ejercer el poder, en que hizo de los ataques a la prensa, líderes sociales y todos los que no pensaban como él, un estilo lamentable de Gobierno.
Lo que el ex mandatario logró fue dividir de tal manera a los Estados Unidos, entre los que lo apoyaban y los que no compartían su modo de gobernar, y conformar un gran número de seguidores irracionales que condenaban y lastimaban a los que no veían en Trump al líder y salvador que ellos veían.
Las instituciones perdieron su valor, lo mismo que los principios que por siglos fueron la ruta de este gran país.
Su necedad en sentir que le robaron la elección en una acusación sin pruebas, provocó lo que todo mundo vio del asalto al capitolio.
Ojalá y todo el daño a ese país importante para todo el mundo por lo que representa e influye en las naciones, se cure con este nuevo gobierno.
Ojalá que no sea vana la esperanza de que todo esto logre la reflexión de los países y gobiernos que le apuestan a la división y a la confrontación como un modo de gobernar.
No se puede olvidar lo que dijo el Nazareno hace miles de años en el sentido de que todo reino dividido perecerá.
El que tenga oídos para oír… que oiga, y al que le venga el saco que se lo ponga.