RETRATOS HABLADOS

Diputaciones federales: el Paraíso en la tierra

Pareciera que la pandemia puede afectar todo, menos la ansiosa búsqueda de poder político en el país, en nuestro Estado. Merece atención especial el partido del Presidente de la República, Morena, que registró no pre suspirantes, sino una verdadera estampida de viejos y nuevos conocidos que, apurados, corrieron a la ciudad de México para hacer saber su intención de representar a los habitantes de algún distrito electoral hidalguense. Como en los más rancios tiempos del Revolucionario Institucional, el Movimiento de Regeneración Nacional vive en carne propia los capítulos más folclóricos del priísmo.

No importa si se tiene o no capacidad para legislar en el nivel federal, lo que aquí y en todo el país se observa, es una obsesión por paladear las glorias del poder, “si aquélla ya fue diputada federal sin haber hecho nada, sin conocer nada del asunto político, pues qué me dura a mí que sé de gritar en los mítines y cuando es necesario entrarle a los catorrazos con quien sea necesario”.

La curul de un legislador federal no es que se haya devaluado de pronto y por culpa de los morenistas. No, de ninguna manera. Su caída en picada en cuanto a prestigio  hace mucho que presentaba complicaciones, de tal modo que verdaderos especímenes raros por su ignorancia, falta de preparación y sentido común, llenaban la Cámara baja del Congreso de la Unión. El problema es que de plano en estos tiempos ya nadie busca por lo menos disimular el acarreo de inútiles que sólo levantarán la mano y se irán al bulto de acuerdo a la orden que reciban.

Con un salario mensual promedio de 151 mil pesos, hoy por hoy es uno de los cargos más peleados, amén que los requisitos se adelgazaron a tal grado que prácticamente no hay ninguno a cumplir, como no sea que algún personaje de la alta esfera directiva de Morena lo apoye para esperar el triunfo como en los pasados comicios en que ni necesidad hubo de campaña con la popularidad a tope de Andrés Manuel López Obrador.

Tampoco importa si hubo resultados positivos para la ciudadanía en el mandato que están por terminar algunos de nuestros legisladores y legisladoras federales, pero que ya se apuran a querer repetir toda vez que la reelección ya está permitida. El asunto es que hayan sido puntuales y sin el menor pudor oprimieran el botón del tablero electrónico para apoyar lo que su coordinador les haya ordenado.

Es decir que sus intereses no son de los que votaron por ellos, sino del grupo político al que pertenecen, y que hoy repiten con insistencia es para hacer realidad la dichosa 4T.

Así que resulta un espléndido cuatro años sabático, porque además los aguinaldos son espléndidos, la caja de ahorros, los apoyos extras para cumplir su valiosa misión de representantes populares.

¿Quién no quisiera un puesto como el anotado, al que se suma que cuentan con un lugar especial en la élite del poder?

El paraíso en la tierra sin duda alguna. Paraíso que un gobierno federal comprometido con la honestidad de todo tipo se supone ya no permitiría que se repitiera, porque no solo es posible en gobiernos conservadores, fifís y de los científicos de la época de don Porfirio. Pero que ahí están, porque el poder aquí y en cualquier parte del mundo se maneja con base a cuotas y concesiones.

La vida sigue igual.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

Related posts