SE LLEVARON DE CORBATA A DOS VECINOS
Uno se lo llevó la calaca y la otra persona está colgando el pico. Les voy a contar todo lo que pasó para que no le digan ni le cuenten, porque a lo mejor le miente. Un hombre se fue al Valle de las Calacas y su amigo está a punto de seguirlo, al ser atropellados por un veloz automóvil.
Esto fue sobre la carretera de la autopista de Tulancingo-Pachuca, a la altura de El Susto, que ni les dio tiempo de sentirlo, en el municipio de Singuilucan a unos metros de donde está el puente peatonal. Los dos amigos iban borrachos y no quisieron subirse al puente, se les hizo fácil atravesar la carretera.
Caminaron abrazados cabeza con cabeza como si fueran siameses, no se fijaron que venía un coche a toda velocidad como acostumbran por esos lugares “Y bolas”, que los atropella. Al que se fue al valle de las calacas lo arrastró varios metros y al otro le dio un fuerte madrazo que lo hizo volar como el hombre bala, cayendo al asfalto de pura cholla; el chofer no hizo el intento de detenerse, se siguió de filo rumbo a Tulancingo.
Esto sucedió el lunes minutos después de dar la 7 de la noche, a estas horas ya está muy oscuro, hubo unos comentarios que dicen que a lo mejor vieron las luces del carro y como iban tomados, pensaron que eran dos motociclistas, que al verlos ellos pasaban por en medio. Poco después se juntó mucha gente, algunos que no estaban enterados de lo que pasó dijeron que el gobernador había mandado cobijas para el frío a los del municipio y llegó todo el pueblo.
Algunos se regresaron a sus casas echando madres, otros al ver que uno todavía estaba vivo y coleando lo ayudaron y pidieron ayuda, que a los pocos minutos llegaron los uniformados con los del cuerpo de rescate. Carlos Fragoso Gonzales de 30 años de edad, es el sobreviviente, estaba todo fracturado, se le rompieron los huesos. Uno de los de Protección Civil, que todo lo saben, dijo que iba a estar duro su caso para salvarlo, porque en el Hospital hay cura huesos, pero no hay médico rompecabezas.
El lesionado tenía un fuerte olor que parecía que había tomado marranilla, y les dijo que su amigo se llamaba Adolfo, no sabía sus apellidos. Con el madrazo que le dieron quedó atarantado, se quejaba, y se desmayó cuando le dijeron que su compañero le estaría dando los apellidos a San Pedro.
Los gendarmes acudieron al lugar de la tragedia y llamaron para que fuera de volada el Ministerio Público de Tulancingo. También estuvieron los federales de la policía de caminos, muy déspotas dijeron que ellos son los culpables por no subirse al puente peatonal, primero están moliendo que se los pongan, y cuando las autoridades lo hacen no se suben.
Le dijeron a nuestro reportero, que andaba de un lado a otro sacando su nota, que hace apenas unos días en el mismo lugar y con la misma gente, atropellaron a dos hombres que quisieron torear a los automovilistas, en lugar de subirse al puente, lo dos quedaron graves; y también a una jovencita que le pesaron las patas al subirse y mejor se la jugó. A ella le fue bien, un coche que pasó a toda velocidad nada más le rasuró las nalgas, que la hizo girar como pirinola.
Uno de los jefes aprovechó la oportunidad de que había una gran multitud de vecinos, diciéndoles que se dirigía con hombres y mujeres, jóvenes y niños, que este es un ejemplo para que utilicen los puentes peatonales para evitar accidentes, y a los viejitos de 80 años, que ya no los dejen salir o los suban cargándolos de a burrito.
AMENAZADO DE MUERTE
Fernando Nava, de 14 años de edad, estaba platicando con una de sus compañeras de la Secundaria General 2 cuando llegó el novio de ésta, le paró los tacos, discutieron y le puso en su madre, lo amenazó que para la otra se lo va echar al plato, porque a él no le gusta que le malluguen su mercancía.
Muy dolido por los madrazos que recibió, Fernando dijo al Ministerio Público que se encontraba platicando con su amiga, Yoselyn García, que son compañeros de la Secundaria, de pronto se les presentó Jonathan y le dijo que era su chava; es un vándalo, jefe de la pandilla de “Los Killer” de Santa Julia, le dijo que a él no le gusta que le anden pedaleando su bicicleta, le paró los tacos diciéndole que se fuera a platicar con su madre porque él es el dueño de esa torta. Se le puso en guardia de boxeador y le tiró un madrazo en el hocico.
Fernando se alejó de su amiga, había caminado unos metros y sintió un golpe a medio perro que lo hizo caminar a gatas, le dio una patada en la cola, diciéndole “yo soy Juan Camaney” y le llovieron madrazos de todos colores y sabores, Fernando sangrando le dijo que se pusiera con uno a su tamaño, ya que Jonathan tiene como 20 años.
Eso enfureció al golpeador que le dijo que le daba chance que fuera a traer a uno de su edad para que lo madreara, le dio otros madrazos para que se educara, le dijo que para la otra lo va a matar, porque donde él ya puso los ojos, otro quiere poner otra cosa.
Fernando le dijo al representante social que conoce a Jonathan, que es capaz de matarlo, que si le podría prestar un guarura mientras llegaba a la mayoría de edad; le contestó el Agente Social que por estos tiempo no se va a poder, porque viene el operativo Guadalupe-Reyes y todos los uniformados, agentes, protección civil y los bomberos van a estar ocupados, mejor le aconseja que ya no le hable a su amiga.
PUEDE SER LA FALTA DE EMPLEO
Los jefes policiacos dicen que la delincuencia la están terminando. Esa es una horrible mentira. La delincuencia cada día aumenta en la ciudad de Pachuca, podríamos decirles a los policías que se pongan las pilas, que se pongan más abusados en barrios y colonias, es un verdadero desmadre y sus operativos no dan resultado.
Se sabe que por cada 100 quejas que recibe el Ministerio Público sobre asaltos, robos a casa habitación, de coches, fraudes, violencia intrafamiliar, sólo resuelven uno o dos casos. Si no pregúntenle a Leonardo Monroy Hernández, un doctor que tuvo que consultar a su colega porque no le paraba la diarrea del coraje que hiso cuando vio que le robaron en pleno día y en un lugar muy transitado.
Dijo al Ministerio Público que dejó estacionada su camioneta en la calle de Manuel Gea González frente a la escuela de Enfermería, que no tardó más que 30 minutos y al salir ya le habían abierto su camioneta Ford Ranger, modelo 2009, en la colonia Doctores, le dieron en la madre con el estéreo y su maletín con instrumental médico.
Dijo que no es la primera vez, también a sus compañeros los han robado. Que hay mucho ratón, puede ser por falta de empleo; “Ya ni llorar es bueno”, pero que ponía su queja haber si de chiripa algún día dan con los ladrones.
UN VERDADERO DESMADRE
En una de las vecindades de la calle de Candelario Rivas, en el barrio del Arbolito, hubo una pelea todos contra todos, llegó la policía pero los bajaron a piedrazos y como dice el dicho “Es mejor correr, que aquí murió”, se fueron, dejándolos que se siguieran dando en la madre.
Todo comenzó cuando doña Antonia mandó a uno de sus hijos a comprar frijoles, regresó llorando y sangrando de una nalga, la señora le preguntó que qué le había pasado y entre chillidos el niño le dijo que lo había mordido el perro de doña Martha, que vive a dos puertas más abajo.
Doña Antonia lo curó, agarró un martillo y se paró por mucho tiempo en la puerta de la vecindad hasta que saliera el perro. Le olfateo las nalgas y anduvo por ahí y luego se acomodó para echarse un coyotito en la puerta de su casa, Doña Antonia bajó como si nada y con todas sus fuerzas le dio un martillazo al perro en la cabeza, que no lo dejó ladrar, valió madres porque se fue para el otro mundo. Poco después llegó doña Martha a reclamarle porqué le había dado cran a su perro, se hicieron de palabras, se la mentaron y terminaron desgreñándose. Los vecinos las separaron y cada quien se fue a su casa.
Más tarde llegó don Alberto a reclamarle, pero como estaba el señor Alfonso que es el esposo de doña Toña, salió al quite y se dieron en la madre. Poco a poco fue llegando familia contra familia, que se daban con todo. Cuando les dijeron que había llegado la policía, hicieron una tregua y con piedras no los dejaron subir por el callejón, cuando se fueron siguió la pelea; y creo que seguirá por mucho tiempo porque cada que se ven se avientan un cayo.
CÁRCEL PARA LOS SECUESTRADORES
Se llevaron a una niña de 12 años y pedían por el rescate un millón de pesos, también antes se habían llevado a la señora Genoveva Hernández, quienes le pidieron a su viejo dos millones de pesos en efectivo, pero no se los dio. Desesperados los secuestradores le dijeron que les diera medio melón de pesos, tampoco quiso, dijo que era mucho dinero y la soltaron porque les ofrecía 50 mil pesos y se le hacía muy caro.
Volviendo a lo de la niña que privaron de su libertad en la ciudad de Zimapán Hidalgo, quienes pidieron un melón de pesos y no se bajaron ni un sólo quinto diciéndoles que si no pagaban la iban a matar. Al iniciar la investigación dijeron los familiares que la menor salió de su casa el 13 de marzo en la comunidad de los Duraznos, a las 7 de la mañana, porque iba a la escuela Telesecundaria en Zimapán. Fue levantada en una camioneta por Juan Pablo Melchor Ocampo, Valeria Piedad Pérez Cruz y una menor de edad, que por orden de la Comisión de los Derechos Humanos está prohibido decir su nombre porque es una delincuente.
Al iniciar la investigación de la UECS, se implantó un operativo de monitoreo terrestre y vigilancia durante tres días de día y noche, hasta que ubicaron la casa donde tenían a la secuestrada, en el municipio de Ixmiquilpan. La víctima fue liberada el 16 de noviembre y de volada se le aplicó la atención Médica y Psicológica, dio su declaración dando datos de sus captores a quienes agarraron y son familiares muy allegados a ella. También tiene relación con el primer caso de la señora Genoveva, que la había raptado su hermano y un primo que están en el bote, pero antes de meterlos, el esposo dijo que le quitaran los 50 mil pesos que les dio, porque eso era para que callaran.
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