Home Relatos RELATOS DE VIDA

RELATOS DE VIDA

0
RELATOS DE VIDA

Cuatro cafés

Estaba paralizado, su expresión era parecida a la de haber visto un fantasma, se encontraba completamente en shock y literalmente se encontraba paralizado, no se movía ni un centímetro su cuerpo.

Sus amigos comenzaron a llamarle, hacían movimientos con las manos para llamar su atención y despertara del trance en el que estaba, nada parecía dar resultado, hasta que alguien se animó a sacudirlo, y fue así cuando respondió “no me muevas por favor’.

El grupo no entendía lo que sucedía – ¿estás bien Felipe, que tienes, te pasa algo, viste algo? Responde – y el temerosamente de moverse contestó – solo no quiero que me muevan, necesito permanecer un momento quieto.

Pero ¿por qué? – volvieron a preguntar sus amigos, necesitamos que nos digas para poderte ayudar, estás muy pálido, parece que te vas a desmayar, mejor dinos lo que te pasa, ¿acaso no somos tus amigos?.

Si, si son mis amigos, pero en verdad quisiera no moverme, es más quisiera dejar de hablar, porque siento que el alma se me va en cada palabra y en cada aliento para poder armar una frase y responder – replicó el angustiado muchacho.

El grupo preocupado por su amigo, decidió permanecer en silencio y simplemente se quedaron a su lado, esperando el momento en el que su ayuda fuera solicitada y observando cualquier señal para actuar.

Después de unos minutos y de comenzar a sudar frío, el angustiado joven dirigía la mirada a diversos lados, estaba en búsqueda de algo pero sus ojos se notaban tan inquietos que parecía no encontrarlo.

Finalmente volteó cautelosamente su cuerpo hacia la esquina en donde se encontraba una pequeña cafetería, y en un impulso comenzó a caminar rápidamente hacia esa dirección ante la mirada de sus amigos.

Tardó cerca de 20 minutos en el establecimiento, cuando salió traía en las manos cuatro cafés, y al estar con ellos y antes de que algo le preguntaran, comentó – ese ha sido el servicio de sanitario más caro que en mi joven vida.