ALFIL NEGRO

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¡YO NO FUI, FUE EVA!

La Biblia dice en el Génesis que el creador viendo que Adán y Eva se escondían de su vista, le dijo al primer hombre: “¿has comido acaso del árbol que prohibí?”. 
Y nuestro primer padre respondió sin aceptar su culpa: “la mujer que pusiste a mi lado me dio del árbol y comí”.

Que en otras palabras, significa que él, Adán, desde luego no era culpable y que había sido casi engañado o engatusado por la mujer, y que por lo mismo él era inocente y casi víctima del caso.

Casi como en el fútbol, donde los equipos perdedores culpan de sus derrotas al árbitro, que les robó el partido con decisiones que desde su punto de vista fueron arbitrarias y deshonestas.

Casi siempre, cuando se dan hechos que obligan a tener que aceptar que se cometió un error, por imprudencia o por falta de responsabilidad se busca a quien culpar, para no aceptar las consecuencias.

Si es futbol la culpa de perder es del árbitro, si es de algún hecho en casa que tiene consecuencias negativas para el infractor, será el hermano que ni enterado está del hecho, y si es más serio el asunto con efectos hasta de cárcel, el acusado dirá que es culpa del juez que maniobró en su contra.

Se evaden las responsabilidades y se culpa al que se deje. Y nos muestra cómo alguien que no asume responsabilidades para superar el error o la falta.

La elección de alcaldes del 18 de octubre, es todo un muestrario de esta actitud de culpar a otros de los propios errores.

Y quien  mejor ejemplifica este echarle la culpa a otros, porque ellos no fallaron, son los del partido Morena, que buscan no quien se las hizo sino quien se las pague, y se lanzan a través de sus diputados encabezados por Lisset Marcelino contra el IEEH, porque dicen que hubo irregularidades en el caso del Programa de Resultados Electorales Preliminares PREP. 

Y exigen un informe pormenorizado del caso apuntando sus dardos contra la Presidenta del IEEH Guillermina Vázquez Benítez, en este afán de cobrarle a alguien la paliza que se llevaron, y que todo mundo sabe se debe a su desorganización y a que Sosa de alguna manera ha manejado a su partido.

¿No era más responsable evaluar, como lo hizo el PRI, las causas reales de su derrota para componer las cosas y aspirar a no perder? 

En lugar de esa autocrítica, buscan culpables como Adán que culpó a Eva.

Y qué decir de la manera en que ha sido tratado el TEEH, con su Presidenta María Luisa Oviedo Quezada, a quien los perdedores culpan de sus fracasos, en esa actitud de culpar al árbitro de las derrotas en el fútbol.

A lo mejor no les gustará la sugerencia, pero deberían aprender del partido tricolor, que con Erika Rodríguez y Julio Valera, supieron tener responsabilidad histórica y aceptar la derrota para analizar las causas y volver a ser el partido ganador en Hidalgo, con tres decisiones fundamentales: aceptar la derrota por sus errores, trabajar fuerte y oír a sus afiliados, a los priistas de la calle y de los hogares que finalmente como en toda democracia son la base del partido.

Pero eso de culpar de las derrotas a Guillermina Vázquez Benítez del IEEH y a María Luisa Oviedo Quezada del TEEH, como que reproduce el pasaje bíblico en que Adán no acepta responsabilidades y culpa de alguna manera a Eva, o como en el fútbol, donde el culpable es el árbitro.

Si no empiezan por aceptar sus errores, los morenos se llevarán otra paliza en junio del 2021.

Les va a costar, pero aprendan del PRI del bulevar Colosio, que supo enfrentar un panorama muy difícil y ganó.