- Hollande buscará en el marco de esta reunión una coalición internacional contra el EI
El ministro de Defensa francés, hizo público un llamamiento en una carta publicada por The Guardian y dirigida a los británicos con el título “Francia los necesita en esta lucha”. Cameron planeaba inicialmente convocar la votación para principios de la próxima semana, precedida de un día entero de debate.
Cinco reuniones en una semana con algunos de los principales líderes mundiales, entre ellos Cameron, Obama, Merkel, Renzi y Putin, sin contar al chino Xi Jinping cuyo turno llegará este domingo. Hollande ha llenado su agenda esta semana con un único objetivo: crear una coalición internacional para destruir al Estado Islámico. ¿Lo ha conseguido? No, por el momento. François Hollande aprovechó el eco de los ataques yihadistas del 13-N, que acabaron con la vida de 130 personas y dejaron 350 heridos en la ciudad de París, para vender una imagen de autoridad, de un presidente que responde con acción: bombardeando Raqqa menos de 48 horas después del atentado.
Acto seguido, y tras las muestras de solidaridad llegadas de todas partes del mundo, el presidente francés configuró una semana de encuentros oficiales con los dirigentes de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, a los que sumó Alemania e Italia. Pero la palabra “coalición” pronto pasó a convertirse en una tímida “cooperación” y, aún así, el líder francés no ha conseguido mucho de los que iban a ser sus aliados. Todos quieren destruir a Daesh (acrónimo en árabe del EI), aunque no todos quieren seguir el mismo camino y cada uno de ellos mostró cuáles eran sus auténticas preocupaciones e intereses.
El gran aliado: Reino Unido, aseguró que su Parlamento debatiría la extensión de los bombardeos en Siria, y ofreció la base militar de Akrotiri, en Chipre, pero no tardó mucho en incidir en el problema de los yihadistas que regresan a Europa y la importancia de cortar el flujo de refugiados sirios como parte de la amenaza. Inmigración y seguridad son las prioridades del premier David Cameron.