RETRATOS HABLADOS

Anclar la vida a la eternidad

La muerte complica todo intento por dar una explicación lógica de la vida. Si fuera una breve interrupción, un “hasta luego”, guardaría la certeza que siempre hemos buscado. Pero no es interrupción, con todo y los esfuerzos por hacerla pasar como tal. Es la conclusión, el fin, el cierre definitivo, el adiós y no el hasta pronto. “Hasta aquí llegamos, haga el favor de bajar y preguntar al encargado pero que yo sepa ya no hay ninguna estación, nadie ha pasado de aquí”.

     Y es la pura verdad, la muerte da por terminada nuestra estancia en la vida, que todo el tiempo nos pasamos con la malsana intención de descubrirle algún misterio escondido que de pronto le diera lógica, la lógica humana plagada de absurdos, y así sentirnos seguros de que la nada nos alcanza cuando menos lo pensamos.

     Son estos tiempos de la pandemia los que paran repentinamente la carrera presurosa al despeñadero; prisa para no saber, no querer saber que nos extinguimos como la vela de Macario en la cueva donde a veces sopla el viento que arrebata existencias. 

     Cuando hay tanto tiempo para pensar en los adioses resulta imposible querer justificar la partida con un “no me di cuenta, ni supe que me morí”, y si la nada es lo que sigue entonces todo está resuelto.

     Pero el Covid-19 nos trajo ese tiempo para pensar con calma en los adioses, para no hacernos los sorprendidos porque todo queda en cerrar los ojos y aguantar la respiración. Lo que se siembra se cosecha, dicen, y quien siembra oscuridad cosecha nada.

     Por eso y porque hay tiempo en tanto la que se lleva a todos no toque a la puerta, es deber ineludible fincar las bases de la eternidad.

     Hágalo, saque las herramientas del armario y construya los castillos de varilla y cemento donde guardar lo valioso que garanticen no ir a parar a la nada.

     La sonrisa de sus hijos, los ojos hermosos de la mujer amada, la gracia de ser feliz de su nieta si la tiene, los lugares donde celebró la vida, en fin que solo lo que ancla a la vida puede anclarle a la eternidad.

     Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

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