Terraza
Como es de esperarse, la guerra de declaraciones entre los “posibles” candidatos a la máxima silla del país, como lo es la Presidencia, empiezan a darse. El problema independientemente de lo que se diga, es lo adelantado de estas.
Una vez más como lo ha hecho desde 1988, que salió del PRI para fundar junto con otros políticos el PRD, Andrés Manuel López Obrador, ahora presidente, dueño, consejero y pre-candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) comienza a llevar agua a su molino.
Sin importar sea hombre o mujer, López Obrador suelta la lengua para criticar, denostar y hasta sentenciar, quienes pueden y quienes no, ser sus contrincantes en el proceso electoral del 2018.
Tal fue el caso de sus recientes declaraciones a inicios de la semana, cuando el político de 62 años, dijo, que si Margarita Zavala es candidata presidencial en 2018, “no pasará”, pues es la propuesta del ex presidente Felipe Calderón quién cree dijo López Obrador, el pueblo es tonto; haciendo a un lado la trayectoria y carrera política que por sí sola ha labrado Zavala Gómez del Campo.
El discurso de AMLO siempre ha sido el mismo, incendiario y brabucón, -en otros tiempos le ha resultado- y ahora espera que sea lo mismo. Así como ataca al PRI, ataca al PAN y a quién se le ponga enfrente.
Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional, salió a la defensa de Margarita Zavala, y calificó de cobarde a López Obrador, al considerar sus declaraciones como machistas y misógenas, al considerar que las mujeres son extensiones de sus maridos.
Anaya, resaltó que lo que pasa con López Obrador es que prefiere desviar los comentarios a enfrentarse en un debate sobre la segunda vuelta en la elección presidencial.
A esto se ha unido Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI, quién ha señalado que el presidente de MORENA, ha utilizado de forma desmedida los tiempos oficiales de un partido político con la única intención de promover su imagen, situación que de alguna manera viola la ley.
Pero el señor López, no es nuevo en esto y ha remarcado una y otra vez, que él puede hacer uso de los tiempos y esto no quiere decir que esté haciendo actos anticipados de campaña.
Lo que deja a todas luces esta guerra de declaraciones es que el caldero político empieza a calentarse, habrá quienes resistan el calor y quienes se derritan a medio hervor.
Manlio Fabio con su larga experiencia y colmillo ha preferido suavizar su discurso y convocar solo a una reflexión sobre la equidad que debe existir en la competencia política y alejarse así de la promoción a una contrarreforma electoral.
López Obrador ha entendido a lo largo de su tan prolongada campaña política que ante el bombardeo en su contra se crece, ahora dependerá del resto de los partidos políticos –a los que él considera siervos de la mafia- no caer en su juego y mejor preparar a los candidatos que habrán de garantizarles el triunfo.
A fin de cuentas amigo lector, nos corresponde a usted y a todos los que tenemos la oportunidad de emitir nuestro voto en cualquier elección, hacer nuestro trabajo para que la lucha por la verdadera democracia no se quede solo de un lado, el de los partidos políticos; debemos como ciudadanos hacer lo que nos corresponde, analizar, informarnos, conocer a quienes nos piden “nuestra confianza”, qué han hecho, cómo ha sido su desempeño en los cargos que hayan ostentado; y no solo dejarlo ahí, si son electos seguir muy de cerca su desempeño, verificar que a lo que se hayan comprometido lo lleven a cabo, si, convertirnos en unos verdaderos ciudadanos co-participes de la democracia, para que no cualquier político pretenda incendiar una elección sólo para su beneficio.
Es responsabilidad compartida entre políticos y ciudadanos, no permitir que obtengan el éxito en sus partidos sin tener una imagen pública limpia aunque garanticen el triunfo.
Tiempo al tiempo…