Cuando se habla acerca de los derechos humanos se hace referencia a aquéllos que son inherentes a la persona así como los derechos fundamentales que consagra nuestra Constitución Política Federal conjuntamente con los tratados internacionales reconocidos por el estado mexicano.
Es importante resaltar que deben de ser respetados sin discriminación alguna motivada por la nacionalidad, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, el origen étnico, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra condición que atente contra la dignidad humana.
La persona es el ente susceptible de adquirir derechos y obligaciones así podemos resaltar que los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones, debemos de tener en cuenta que la obligación del Estado es respetar y proteger los derechos humanos de las personas, pero en el plano individual nuestra obligación también es respetar los derechos humanos de los demás. La educación es la base esencial para que los derechos humanos sean comprendidos de una manera más clara. La educación en materia de derechos humanos es una clara reafirmación de nuestros valores que recibimos en el seno de nuestros hogares.
Yo considero que es fundamental la promoción de los derechos humanos como una manera de vivir y prevenir conflictos, la escuela es el baluarte más importante después de la familia para reforzar los valores. El aula es el lugar donde los valores no sólo son aplicados como una norma de conducta sino que también en la escuela se enseña, se educa y más que nada se adiestra a la práctica de los valores que se encuentran contenidos en los derechos humanos.
El hacer conciencia en este aspecto de los valores es esencial para la promoción de los derechos humanos. Los maestros son el claro ejemplo de las personas que han aceptado la altísima responsabilidad de poner en práctica en su vida los valores que nuestra sociedad ha defendido durante mucho tiempo.
Entonces no basta con enseñar teóricamente los valores, tampoco basta con una que otra conferencia en la que solamente se ilustren casos en los que existe la nulidad de valores sino que es importante crear las condiciones necesarias con una excelente estructura para que se aprenda a respetar y se aprenda a enseñar el respeto por los valores.
Hoy en día es de suma importancia vivir en una sociedad tolerante y respetuosa de las libertades de las personas que en plenitud del ejercicio de sus derechos humanos desarrollan su personalidad en un estado democrático de derecho, en el que el respeto a la ley y a los derechos humanos sea una norma de conducta que forme parte de nuestra cultura, en la que la autocrítica sea el camino para hacernos mejores mediante acciones que generen un cambio para abatir la desigualdad y la discriminación.
• Estudiante de Derecho de la Universidad La Salle
