NÚMEROS CLAROS
En los últimos 20 años la ciudad de Pachuca ha sufrido una enorme transformación, impensable para quienes han llegado en estos años e imaginable para quienes la conocen como es ahora. Sin embargo, su modernización, incluido el “Tuzobus”, implica mucho más trabajo del gobierno municipal que el que ha hecho hasta hoy. Algunos servicios como el de la recogida de basura en estos últimos años ha sido deficiente, al igual que el del alumbrado público, donde los focos al fundirse no son remplazados de inmediato.
El control del tránsito vehicular, el cual pretende ser controlado a través de los radares y las sanciones económicas, desgraciadamente no ha pasado por un programa de educación vial entre los conductores y nuevas reglas para otorgar las licencias de conducir. A nivel mundial (la BBC de Londres ha hecho referencia a este caso en este año) México sigue siendo el único país donde se otorga la licencia de manejo sin que los candidatos a conductores realicen un examen de conocimientos teóricos y prácticos, de aquí el comportamiento de muchos conductores en las principales vialidades de la ciudad, los cuales conducen en el carril de alta velocidad a bajas velocidades o rebasan por la derecha sin impórtales que puede provocar un accidente, o en otros casos dan vuelta en “U” incorporándose de inmediato al carril de alta velocidad, sólo por citar estos ejemplos.
La mayoría de los conductores en la ciudad han optado por no recibir las notificaciones de las multas y hacer caso omiso al control de la velocidad por los radares, los cuales sólo afectan a los conductores locales, pues los autos foráneos siguen transitando a altas velocidades por las vialidades de Pachuca. Sería más positivo en este régimen de control vial, establecer un sistema de compensación entre los estados y sancionar a todos por igual, estableciendo límites adecuados de velocidad para evitar entorpecer la circulación vial y afectar los tiempos de traslado de los conductores.
Por otro lado, la proliferación de la fauna canina y felina en la ciudad no ha sido tratada adecuadamente por la municipalidad. El gobierno municipal pretende a través de la eliminación violenta de perros y gatos establecer un control de este problema, sin molestarse en poner en marcha un programa de educación entre los ciudadanos y de esterilización masiva de perros y gatos. Más aún, cuando hace ya más de 20 años en muchas ciudades se han establecido sanciones para aquellas personas que pasean sus mascotas en lugares públicos y no recogen sus eses fecales, en Pachuca vemos como las personas esperan que sus perros terminen y continúan su marca sin recogerlos.
A este trabajo cruel de eliminación de perros y gatos contribuye la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). El Instituto de Ciencias Médicas utiliza perros y gatos para realizar prácticas de sus estudiantes. Nada más cruel e inhumano para enseñar a los futuros médicos, cuando en la mayoría de los países no se usan esas prácticas.
De aquí la importancia de que la presidencia municipal de Pachuca ponga en marcha, no sólo un plan antirrábico, sino un plan de esterilización masivo y de educación de los ciudadanos, pues el civismo que bebería practicar la mayoría de los ciudadanos no sólo pasa por reducir la velocidad en las vialidades y conducir sin alcohol, sino por observar una mejor conducta en su vida diaria en la comunidad pachuqueña.
Por último, vale la pena señalar como en medio de la inseguridad que vive el país, cuando debería ser permanente la vigilancia policiaca en autos y motocicletas, los fines de semana y después de las siete de la noche se comienza a reducir la presencia de la policía. ¿A caso no debería ser más intensa la presencia de la policía por las noches y los fines de semana?, sobre todo cuando la afluencia de turistas y paseantes aumenta los fines de semana.
Existen sin duda muchas otras cosas que la ciudadanía observa diariamente y bien valdría la pena que en este diario se abriera un espacio para que los pachuqueños expresen su visión sobre lo que viven a diario. Quedan aún muchas cosas por observar en el municipio, pero bien valdría la pena que la presidencia municipal iniciara con poner punto final al trato inhumano que le dan a los animales en la perrera municipal y en el Instituto de Ciencias Médicas.
