UN INFIERNO BONITO

POR BORRACHO SE DURMIÓ EN EL PATIO

Alberto Sánchez Hernández de 30 años de edad, muy pegado a su casa, como todo un mandilón de su trabajo a su hogar, parecía gato ratonero, sus amigos y compañeros de trabajo lo invitaban a fiestas pero él buscaba la forma de mentirles, pero ellos ya sabían que su vieja lo traía bien vigilado.

 

De tanto estar como cuchillito de palo, los amigos lo aconsejaron que se aventara una canita al aíre, y si su vieja le reclama que la calmara con unas cachetadas, que es lo que necesitaba para que no lo trajera bajo sus faldas, y que además ya no le lavara sus calzones. No dejaron de decirle lo bonito que es estar chupando con unas viejas y verlas bailar en traje de rana, total que lo convencieron.

Se le escapó a su vieja y se fue con sus amigotes sonsacadores a divertirse solo. Se fueron a un bar de mala muerte, estando allá se veía muy contento sintiéndose libre como el viento bailando de cachetito con una vieja bonita, se dio cuenta que eso es vida y por su cuenta puso varias tandas que el dinero era para disfrutarlo, sus amigos le dijeron que ya era de madrugada, que se fueran.

Él los mandó a volar, les dijo que se echaran la caminera con una cruzada y él se siguió de filo otro tiempo más, pero las patas se le doblaban, los meseros al ver que ya no tenía dinero lo sacaron cargando y lo dejaron tirado en la banqueta. Había tomado como nunca, estaba panzón, el frío de la madrugada lo despertó, ya le habían bajado su chamarra, sus zapatos, el reloj y su cartera.

Temblaba como perro, abrió los ojos para orientarse dónde estaba, caminaba como pollo quemado porque sólo le dejaron un calcetín, pasó por el Reloj y sonaron las 3 de la mañana.

Llegó hasta la madre a su casa, a la calle de Félix Gómez 202, su vieja estaba que se la llevaba pifas, en cuanto lo vio lo puso como palo de perico, estaba tan furiosa que le mentó la madre, le juró que lo iba acusar con su suegra y le dio una tremenda cachetada. Le gritó que olía a mujer mala, que se bañara con agua fría. Todo lo que le decía le valía madre, la dejó hablando como loca, lo que quería era descansar y se metió a su recámara y atrás de él su vieja, que no le paraba el hocico diciéndole hasta de lo que se iba a morir, al verlo que tenía pintada la camisa y sin zapatos, su señora se puso histérica, lo jaló de las greñas, le dio un gancho en la mandíbula que lo atarantó, lo sacó a empujones al patio y cerró la reja con candado para que no se le volviera a ir, atrancó la puerta dejándolo afuera. Se quiso meter por la ventana, la señora buscó algo para aventarle, lo que encontró fue una ametralladora de juguete de su hijo que le pegó en la cholla y cayó de nalgas.

Tocó varias veces pero no le abrió, Alberto se sentó en el patio frotándose las manos porque hacía mucho frío, sabía que no le iba abrir, en un rincón vio la casa del perro “Fito” que ya no estaba porque lo había matado un carro, era su único refugio, se metió, se hizo rosca y se quedó dormido. Ya estaba amaneciendo, escuchó voces, pensó que era su vieja que ya lo había perdonado y salía a decirle que se metiera, se asomó y vio a un par de ladrones que iban saliendo como Santa Claus con un costal en el lomo.

Se espantaron porque de la perrera esperaban que saliera un perro y salió Alberto, cuando iban a saltar la reja se les aventó, se les puso al tiro aventándoles de madrazos jugándose el todo, eran dos contra uno. Al escuchar el escándalo su vieja se asomó y vio que estaban madreando a su marido, llamó al 066, cuando se escapaban los ladrones les cayeron los policías. Fueron al Ministerio Público a poner la demanda, dijeron los rateros llamarse Juan y Pedro Cervantes, con domicilio en el Porvenir, que pasaron por la casa y se les ocurrió robar porque no había perro, pero se espantaron cuando de la perrera les salió el señor, que es la primera y última vez que roban porque todavía no se reponen del susto.

 

FUERON ATROPELLADOS

Miguel Ángel Ramírez Gómez y su hijo Enrique Sebastián Ramírez, de 15 años, salían de la tienda City Club de Pachuca, de momento se les pararon los pelos al ver que un par de ladrones le quitaban las llantas a su camioneta, sin hacerles un reclamo se les aventaron a madrazos para detenerlos, no pudieron, los ladrones eran unos señores maduros y fornidos, les dieron de madrazos y los tiraron mientras que ellos se subieron en una combi. Padre e hijo no se daban por vencidos y trataron de bajarlos, los ladrones les dieron de golpes, cayeron al suelo, uno de ellos prendió la unidad y se las echó encima atropellándolos y dejándolos tirados, eran las 6 de la tarde, el joven pidió auxilio pero nadie se dio cuenta, los que lo vieron se hicieron disimulados. No saben ni cómo pero llegó una patrulla de la Policía Municipal, les dieron los datos de la combi y de los rateros que les habían quitado las llantas.

Pusieron su famoso operativo, comenzaron a radiarlos y tuvieron respuesta que por el busto que se encuentra a la salida a Actopan agarraron una combi vieja sospechosa. Le hicieron la parada, como no les obedecieron se le cerraron y sacando sus escopetas hicieron que se bajaran, y los llevaron a la barandilla ante el Ministerio Público, los identificaron los afectados quienes fueron trasladados al Hospital Marfil para su atención. Dentro de la combi llevaban varias llantas, entre ellas las que acaban de robar. Un viejo panzón de nombre Jesús Baltasar de 40 años y su compañero de robos Juan Pineda de 38 años, dijeron que ellos tienen su domicilio en el Estado de México, y son dueños de unas vulcanizadoras y continuamente vienen a Pachuca por llantas, se les facilita porque no hay vigilancia. Quedaron detenidos para investigación y ojalá les apliquen la pena máxima y ya no regresen.

 

LE FUE DE LA PATADA

Dos mañosos ladrones por la mañana de anteayer asaltaron a Manuel Álvarez Espinosa de 41 años en un cajero de Banamex en la Plaza Perisur, se llevó el sustote de su vida y mejor va a guardar el dinero en su casa para evitar que lo roben. Dijo al Ministerio Público de Seguridad Pública que ya tiene miedo de llegar a Pachuca de tanto conejo que hay, le dicen que se cuide de la diabetes.

Salió de su casa en la calle Emiliano Zapata para dirigirse a Pachuca a trabajar en una constructora, llegó muy puntual como un inglés a las 9 y media y le dijo a su jefe que iba a depositar una lana y checar su saldo. Se metió a Plaza Perisur, en el banco había mucha gente, mejor fue a un cajero automático, cuando entró estaba un jovencito sacando dinero, esperó y entró él, cuando había metido su tarjeta y dando el número confidencial entraron dos hijos de su pelona, uno se le puso atrás canalizándolo y otro junto a él, le dijeron que lo siguiera haciendo que no parara o de lo contrario lo iban a madrear.

Le quitaron el dinero que sacó y su tarjeta, salieron corriendo no dándole tiempo ni de gritar, al salir estaba un muchacho sentado sobándose la cabeza y dijo que lo tiraron unos que salieron corriendo y le señaló por dónde se fueron. Entró al banco y se dirigió al gerente que lo vio muy espantado, le contó lo que le había pasado, éste le dijo que hablara por teléfono de una caseta y les diera el número de tarjeta para cancelar toda operación.

Manuel temblando como gelatina así lo hizo, y le dijeron que ahora sí podía hacer las operaciones que quisiera que ya no había problema, al verificar su cuenta vio que le habían robado 4 mil pesos, le salió barato, si no se pone abusado lo dejan a raíz. Buscaba un policía pero le dijeron que solamente se ven muchos en los desfiles del 16 de septiembre.

 

LOS ASALTAN AL LLEGAR A SU CASA

Unos momentos de terror, de pánico, peor que hubieran visto al diablo, los que vivieron los integrantes de una familia del municipio de Singuilucan Hidalgo, al ser asaltados en su propia casa por una pandilla de ladrones, se llevaron 15 borregos, dijeron que fueron los de los partidos políticos porque ya se acercan las elecciones, y los van a repartir para que voten por ellos.

También cargaron con aparatos eléctricos, dinero y se llevaron una camioneta con todo y factura, a los dueños de la casa los amarraron con cinta canela. Salvador de 40 años de edad, se presentó a las oficinas del Ministerio Público de Tulancingo Hidalgo a denunciar el violento atraco que se registró a las 9 y media de la noche.

Explicó que junto con su esposa y sus menores hijos llegó a su domicilio a bordo de una Ford Ranger 2002 color rojo.

Cuando se detuvo frente a su zaguán dijo que los sorprendieron cuatro individuos empuñando pistolas y uno de ellos se dirigió hacia él a exigirle las armas, el jefe de la familia les dijo que se equivocaron de casa porque él no tenía armas, los obligaron a entrar a su vivienda junto con su familia y se dio cuenta que adentro ya estaban otros tres.

Para que los bandidos buscaran las cosas de valor y nadie les hiciera mosca, amarraron a todos de las manos y de las patas y los encerraron en una habitación, Salvador al estar empistolado lo obligaron a que firmara la factura de la camioneta. Estuvieron como dos horas en la casa de las víctimas y finalmente huyeron amparados por la oscuridad sin conocer el rumbo.

El denúnciate dijo que después que desató a su familia se dio cuenta que se habían llevado 15 borregos de la raza pinto suiza y negro. También escaparon llevándose aparatos electrónicos, dinero y una lavadora, que junto con el ganado los echaron en la camioneta del dueño de la casa. La noticia se corrió como reguero de pólvora porque lo supo un vecino y se lo contó a su familia, y anduvieron de boca en boca.

Después llegaron los policías municipales de Singuilucan a quienes les dieron el reporte pero fue demasiado tarde, sólo encontraron las bolitas que hacen los borregos. Los uniformados les dijeron que dieran aviso a las autoridades del Ministerio Público para que mandara a sus agentes junto con el comandante “Cajeta”, y la atención temprana anotara en la carpeta cómo estuvo la movida y agarraran a los culpables. De seguro, dijeron, que fueron los de Morena porque Obrador quiere ganar todas las plazas de gobernador y él será el que salve a México, por eso se anda robando a los borregos.

gatoseco98@yahoo.com.mx

 

 

 

 

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