
Melodrama tremendista
El 7,2 pasó la tarde del lunes Adiós a mi pueblo, una cinta de Arturo Martínez supuestamente filmada en 1979.
Luego de revisar varios libros y diccionarios descubrimos que se trataba en realidad de Un camino al cielo y que se filmó en 1974.
El guión del propio realizador, uno de los villanos por excelencia del cine nacional, cae en los lugares comunes del cine tremendista de la época.
Cansada de los malos tratos de Juan (Juan Gallardo), María (Dacia González) decide huir a la capital con su anciano padre (Carlos López Moctezuma) y su hijo Efraín (Efraín Benavides.
En el camino son asaltados por los torpes Serapio (Gerardo Reyes) y Amadeo (Eleazar García), que en realidad están tan amolados como ellos, y que se les unen y se convierten en un gran apoyo cuando muere el abuelo.
Ya en la capital, en su primer trabajo de albañil Amadeo se mata al caer del andamio y Efraín es descubierto por Luis Alcaraz junior cantando en los camiones para poder enterrar a su amigo.
En su debut en la televisión es visto por Juan, que corre a la estación televisiva para pedirle perdón a María, ofrecerle matrimonio y llevarlos de regreso a su rancho.
Pese a todo, el filme tiene varias curiosidades. Siendo cantante popular, Gerardo Reyes no lo hace, y sí en cambio Julio Alemán que no acostumbraba hacerlo.
Los Martínez se reservaron pequeños papeles, el padre como un usurero que compra armas, y el hijo como un muchacho calenturiento que quiere que las sirvientas “le enseñen a cocinar”, ante los reclamos de su madre Rebeca Iturbide, quien le dice que “es igual que su padre”.
Realizada en los tiempos de la apertura echeverrista, Un camino al cielo es en realidad era una muestra del peor cine popular.