La toma de rehenes en la sala de conciertos Bataclan de París terminó con un asalto policial y la muerte de tres terroristas. Según medios franceses, en el interior de la sala se ha cometido una auténtica “carnicería”. Antes del asalto, se escucharon al menos cinco explosiones, varias ráfagas y siete u ocho disparos. Según fuentes policiales, han muerto al menos 80 personas en el interior de la sala, aunque la cifra podría variar en las próximas horas. El presidente francés, François Hollande, acudió a la sala tras finalizar la operación policial junto al primer ministro, Manuel Valls, y los titulares del Interior, Bernard Cazeneuve, y Justicia, Christiane Taubira.
Los terroristas habrían disparado durante aproximadamente diez minutos con ametralladoras Kalashnikov. Un periodista que se encontraba en la sala de conciertos señaló que hombres vestidos de negro y con la cara descubierta dispararon indiscriminadamente a su alrededor. Dijo que al salir vio al menos 20 cadáveres y una gran cantidad de heridos. Asimismo informó que pudo ver la cara de uno de los autores de los disparos y que tenía entre 20 y 25 años.
Los rehenes que consiguieron salir, alrededor de 40, se resguardaron en un café cercano, donde prestaron declaración ante la policía, que estableció un cordón de seguridad a unos 500 metros de la sala.