TERRAZA
Y ya que hablamos de cultura, me vuelvo a preguntar si en México estamos listos para la marihuana en nuestra vida cotidiana; pero lo que más me preocupa es la desinformación de la que hablamos al inicio de este comentario. Tal parece que mientras más tecnología nos rodea, menos molestias nos tomamos aunque sean por nuestro propio bien.
La falta de información es un arma letal en nuestros días. Quedó demostrado la semana pasada, cuando gran parte de la opinión pública dividió sus opiniones: algunos lo celebraron y otra parte lo repudiaron según su criterio, sobre la supuesta legalización de la marihuana en México.
Hizo falta que el Gobierno Federal y la Secretaria de Salud, alzaran la voz para aclarar que la marihuana sería permitida únicamente a cuatro ciudadanos en específico, tras el amparo otorgado por la Corte para permitirles el autoconsumo.
Estas cuatro personas de las que ahora se conoce más, son miembros fundadores de SMART, una agrupación que nació del deseo de erradicar la delincuencia en México y que defiende el uso recreativo de la marihuana, ellos había solicitado la autorización a la COFEPRIS mismo que les fue negado por lo que tuvieron que ampararse.
Los miembros de esta agrupación que fueron favorecidos por la Suprema Corte de Justicia, son personas altamente preparadas y conocidos activistas, tres de ellos incluso comparten el ITAM como Alma Máter, ninguno de ellos fuma.
Estos beneficiados por el amparo, no pueden comercializar la planta del cannabis en ninguna forma, tampoco compartirla con otros que no estén amparados, no obstante; pueden sembrarla y consumirla de manera personal.
Los miembros del SMART se han autonombrado “voceros” de más de 120 millones de mexicanos y quizá tengan razón, pues con ellos iniciará el parte aguas para un debate definitivo sobre consumo personal de la marihuana en todo el país, claro con sus respectivas restricciones y requisitos a revisar.
El presidente Peña Nieto ha recalcado que confía en el criterio de la Suprema Corte de Justicia, destacando en todo momento que el gobierno respeta la decisión, más la misma no significa un pase directo a la total legalización en el país. Entonces ¿quien voto en contra y cuáles fueron sus argumentos para hacerlo? Este ministro que voto en contra fue Jorge María Pardo Rebolledo.
Considero que esta preocupación del Ministro Pardo Rebolledo, manifestada desde el miércoles pasado, no debe ser echada en saco roto, ya que tiene un punto muy importante: ¿Dónde van a comprar las semillas de cannabis los amparados? Es decir; se incluyen en el fallo diversas conductas, pero nunca se menciona nada legal respecto a la adquisición comercial de cannabis o sus semillas. Faltan algunos agujeros por aclarar.
El Ministro Zaldívar, puede considerarse pionero, fue quien colocó el tema del cannabis en el aire desde el principio, y con el fallo de hace unos días, ha asegurado que se trata de un hecho histórico. Más que los efectos de la marihuana, sus beneficios o prejuicios, Arturo Zaldívar recalca que lo más importante en este caso, es el cambio cultural y la percepción de algunos nuevos.
Y ya que hablamos de cultura, me vuelvo a preguntar si en México estamos listos para la marihuana en nuestra vida cotidiana; pero lo que más me preocupa es la desinformación de la que hablamos al inicio de este comentario. Tal parece que mientras más tecnología nos rodea, menos molestias nos tomamos aunque sean por nuestro propio bien. Si hablamos entonces de “cultura”, lamentablemente la de la lectura es casi nula en nuestro país, ya no digamos el recurrir a organizaciones o fuentes especializadas en algún tópico.
Es vital que nos mantengamos informados de lo que sucede en torno a la marihuana, desde esta premisa para los ya cuatro conocidos miembros de SMART, hasta sus consecuencias en los diversos sectores. No crean que esto es tema únicamente para los mexicanos, nuestro país vecino del norte tiene sus propias opiniones sobre lo acontecido el pasado miércoles en la Suprema Corte de Justicia.
En un tema tan serio como este, es vital que busquemos fuentes fidedignas y la asesoría de las instituciones públicas de salud competentes, muchas veces los rumores pueden ser más dañinos.