OCDE más pesimista que el optimismo del gobierno nacional para 2015

NÚMEROS CLAROS

En la versión preliminar del Panorama Económico Mundial 2015 de la OCDE, el organismo internacional pronosticó que la economía nacional crecerá en este año sólo en un 2.3% y no en 2.9% como había previsto en junio pasado.

 

El mexicano, Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presentó ayer lunes las perspectivas de crecimiento mundial, precisando que la debilidad del comercio y la desaceleración de las economías emergentes pesan sobre las perspectivas mundiales de crecimiento para 2016; señalando que la tasa de crecimiento mundial para 2015 será menor al 3%, se espera que pueda ser del 2.9%, la más débil desde 2009 cuando la crisis financiera en los Estados Unidos en 2008 provocó la depresión de la economía mundial.

 

De acuerdo con las perspectivas de crecimiento en el mundo dadas a conocer por el Secretario General de la OCDE, la reducción de las proyecciones se debe principalmente a la debilidad del comercio internacional, que apenas podrá crecer en un 2% en 2015, cuando debería de ser del 6%, según Gurría.

 

Gurría precisó que durante los últimos 50 años, el crecimiento del comercio ha sido de 2% o menos, que se han producido crecimientos quinquenales con tasas de crecimiento del comercio del 2% o menos, seguidos de una marcada desaceleración del crecimiento mundial. Gurría ha dicho que este año, el volumen de importaciones se desplomó un 10% en Brasil, 20% en Rusia, y han caído en un tercio en China. Es por ello que sus principales socios comerciales, como los países emergentes, sufren los efectos de la desaceleración de la economía china y el desplomo de los precios de las materias primas.

 

En la versión preliminar del Panorama Económico Mundial 2015 de la OCDE, el organismo internacional pronosticó que la economía nacional crecerá en este año sólo en un 2.3% y no en 2.9% como había previsto en junio pasado. Mientras que para 2016, la estimación se ajustó de 3.5% a 3.3%. En tanto que para 2017, la OCDE estima un crecimiento de 3.6%.

 

Estos ajuste se realizan después que hace un mes el Fondo Monetario Internacional (FMI), rebajara sus expectativas de crecimiento mundial a 3%, el crecimiento más bajo de los últimos 6 años, producto de la depresión de la economía mundial. A la vez, en 2016 la economía del planeta podría llegar a 3.3%.

 

De acuerdo a la OCDE, las economías desarrolladas están dentro de una perspectiva de crecimiento moderado del 2% en 2015, 2.2% en 2016 y 2.3% en 2017; donde espera que la Unión Europea pueda mejorar su desempeño económico, frente a los países emergentes que sólo podrían crecer en un 3.7% este años, en 4.2% en 2016 y 4.6% en 2017.

 

Para México, la OCDE pronostica un crecimiento de 2.3% en 2015, luego que en su anterior proyección supusiera que podría crecer hasta en 2.9%; en tanto que para 2016 considera que el crecimiento podría ser de 3.1% en lugar del 3.5% previsto. Estas proyecciones consideran un debilitamiento mayor de la economía nacional, entre otros factores, debido a una salida mayor de capitales con el aumento de los tipos del interés en los Estados Unidos, una menor demanda mundial de las exportaciones nacionales, reducción de las exportaciones petroleras y de los precios internacionales del petróleo.

 

Estás estimaciones de la OCDE están dentro del rango de las proyecciones del Banco de México, que ha previsto un crecimiento de la economía para 2015 de entre 1.7% y 2.5%, menor a sus proyecciones anteriores de entre 1.9% y 2.4%; así como las de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que ha reducido sus proyecciones para este año de entre 2.2% y 3.2% a entre 2% y 2.8%; aún cuando los economistas privados consideran que sólo podrá crecer en 1.5%.

 

La OCDE ha solicitado a los países miembros del Grupo de los 20 (G20), que se reúnen este fin de semana en Antalya, Turquía, que prioricen las reformas estructurales, el impulso a las inversiones y promuevan un crecimiento inclusivo. Sin embargo, los países del G20, que incluyen a Argentina, Brasil y México, y se han erigido los amos del planeta desde que inició la crisis actual del capitalismo, lejos de avanzar en la coordinación de sus políticas macroeconómicas para neutralizar la crisis, parecen tentados a seguir tomando decisiones unilateralmente, así lo demostró China al devaluar en yuan y modificar sus tasas de interés.

 

Ángel Gurría se ha mostrado partidario de que los gobiernos aumenten su inversión pública para impulsar el crecimiento, propuesta que ha lanzado a los países del G20, los cuales quisiera ver trabajar conjuntamente para aumentar las inversiones, los salarios, las obras de infraestructura y coordinar sus políticas monetarias y fiscales. Pero lamentablemente, de las cumbres del G20 y las reuniones de los ministros de hacienda y gobernadores de los bancos centrales, más que acuerdos para llevar a la práctica, han surgido acuerdos retóricos que ha terminado en el olvido.

 

De este modo, será imposible que las reformas estructurales aprobadas por el gobierno en 2013, que no han hecho otra cosa que terminar de abrir la economía nacional al mercado, puedan reflejarse en las mesas delos hogares con más empleos y el aumento de los salarios, tal como prometió el presidente en su campaña. México deberá prepararse para vivir los tres últimos años del sexenio actual, bajo un escenario de austeridad, de aumento del desempleo y la pobreza, lejos de las promesas del gobierno y sus deseos.

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